Todo lo que se sabe del crimen de Lola Daviet, la niña de 12 años encontrada en un baúl

El pasado fin de semana, toda Francia se estremeció con el hallazgo en París del cadáver de una niña dentro de un baúl. Se trataba de Lola Daviet, una pequeña de doce años que nunca volvió del colegio y que, ante la alarma de sus padres, fue denunciada como desaparecida para luego aparecer asesinada, con señales de tortura y casi decapitada, en el mismo patio del edificio donde reside la familia.

Aunque en un primer momento las primeras filtraciones a la prensa hablaban de seis detenciones, en realidad han sido cuatro los detenidos por la policía parisina. Entre ellos se encuentra el sintecho que encontró el cuerpo de la niña en la noche del viernes y una misteriosa mujer a la que se la acusa de haberla interceptado cuando regresaba del colegio el viernes pasado.

Este lunes, se hacía saber por la prensa gala, que Dahbia B., principal sospechosa del crimen, tras permanecer dos días detenida, ha sido imputada y se encuentra actualmente en prisión preventiva. Se le acusa de los delitos de «asesinato de una menor de 15 años», «violación cometida con actos de tortura y de barbarie» y «ocultación de cadáver». La mujer, que no tenía un domicilio fijo e iba de casa en casa de familiares, tendría problemas mentales, según la prensa gala.

Cronología del atroz crimen en París:

Lola no llegó a casa el pasado viernes. La escuela a la que acudía (Colegio George Brassens), se encuentra a escasos 200 metros de donde vive, por lo que los retrasos no eran algo habitual; algo que su padre, portero del mismo edificio, se dio cuenta inmediatamente, extrañado por lo tardanza y luego preocupado al ver que no volvía de clase. Fue su madre la que posteriormente dio el aviso a la comisaría del distrito para denunciar su desaparición.

Al ser el portero del edificio, el padre de Lola decidió revisar las cámaras de seguridad por si podía encontrar alguna pista del paradero de su hija. Fue entonces cuando descubrió que, en realidad, Lola sí había vuelto de la escuela pero no lo hacía sola: la acompañaba una misteriosa mujer.

Se trataba de una chica joven, de unos veinte años, desconocida tanto para sus padres como para los vecinos. Entró con la pequeña al portal, pero Lola nunca llegó a subir a casa.

Esa misma mujer fue identificada más tarde por varios testigos, los cuales aseguraron que la habían visto arrastrar un baúl y dos maletas aparentemente muy pesadas, puesto que las llevaba con dificultad. Además, aseguraron que fue ayudada por un conductor de Uber para transportar el baúl.

La policía siguió esta pista después de haber encontrado en el sótano de la vivienda un cúter y cinta adhesiva, elementos que indicaban un supuesto secuestro de la niña. Al ser identificada, la policía procedió a su detención, siendo una de los cuatro sospechosos retenidos actualmente.

Según los primeros datos aportados a la prensa, fue un sintecho el que encontró el cuerpo de la pequeña dentro del baúl el mismo viernes en que desapareció, a las 23.20h. Posteriormente de haber dado el aviso a la policía, se le consideró como un sospechoso del crimen, por lo que actualmente se encuentra detenido.

Más tarde, se supo que el baúl había aparecido junto con otras dos maletas, las cuales estaban llenas con plásticos ensagrentados. Además, dichos bultos fueron hallados en el mismo patio del edificio donde vive la familia de la víctima.

En un principio, según la cadena televisiva francesa de BFMTV, la niña habría sido degollada; tenía la cabeza envuelta en cinta adhesiva y los pies y manos atados. Más tarde, estos datos se especificaron y se supo que el cadáver presentaba severas heridas en las muñecas, y que el degollamiento en el cuelllo había sido tan profundo que por poco no tenía la cabeza separada del cuerpo, por lo que se encontraba casi decapitada.

Sin embargo, según la autopsia, esta no fue la causa de la muerte, sino que fue asfixiada, por lo que la teoría actual es que todas las heridas del cuerpo se las hicieron post mortem.

Además de las marcas, el cuerpo de la niña tenía escritos los números 1 y 0; un mensaje numérico chocante que, según las primeras aportaciones de la cadena BFMTV, no estaba inscrito en la piel por un objeto punzante ni tampoco escrito a mano con un rotulador o bolígrafo. Por el momento, la policía desconoce el significado de dicho mensaje y no ha aportado más detalles.

La policía tiene actualmente detenidos a cuatros sospechosos de haber cometidio y/o participado en el crimen de la pequeña Lola, acusados de un delito por asesinato de una menor «con actos de tortura y barbarie». De entre ellos, destacan la mujer joven que la acompañó dentro del portal (y a la que más tarde se la vio arrastrando un pesado baúl) y el vagabundo que encontró el cadáver de la pequeña la noche del viernes.

Los detenidos son dos hombres y dos mujeres, en edades entre los veinte y cuarenta años; además de esto, los sospechosos tienen en común el ser naturales de Argelia. Fue gracias a las cámaras de seguridad y la colaboración ciudadana (con las aportaciones de los testigos del caso) que se pudieron realizar las detenciones.

El Distrito XIX de París, barrio en el que vivía la pequela Lola y donde fue halladao su cadáver, se encuentra muy cerca del extrarradio de la capital francesa. En los últimos años, este barrio ha experimentado una preocupante subida en el índice de delincuencia; según datos de la policía, se sabe que ha habido un aumento del tráfico de drogas y estupefacientes, trata de personas, robos y bandas criminales. A todo esto, se le suma el número alto de inmigración ilegal asentada en la zona.

Por todos estos motivos, se le conoce como uno de los barrios más conflictivos de París.

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