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Sábado, 10 de septiembre 2022, 14:32
Un incendio en un bar del barrio madrileño de Carabanchel durante la madrugada del pasado martes, que se ha saldado con la muerte de una mujer de 23 años a causa de la explosión, ha terminado con la detención de la dueña del ... establecimiento. Agentes de la Policía Nacional arrestaron a la propietaria el pasado jueves tras comprobar en el transcurso de la investigación que esta planificó el incendio con una amiga, la víctima mortal, con el objetivo de cobrar el seguro.
La explosión que arrasó el bar 'La oficina 28', situado en la calle Cuevas de Altamira de la capital madrileña también dejó un hombre de 19 años herido. Se trata de la pareja de la fallecida, que también fue detenido ante la sospecha de haber provocado la deflagración. De hecho, existen imágenes y un bidón de gasolina que les involucra.
Los agentes han podido corroborar que la dueña del establecimiento había pedido colaboración a la fallecida para provocar un incendio en el mismo y cobrar así la indemnización tras analizar los telefónos móviles de ambas y otras comunicaciones entre ellas. Ha sido clave además el testimonio de allegados y testigos. Finalmente, en la tarde de este jueves, se llevó a cabo el arresto de la propietaria del local, una mujer de origen colombiano nacida en 1998 y sin antecedentes penales.
Finalmente fue puesta en libertad este viernes por orden del juez de Instrucción número 49 de Madrid y será investigada por la supuesta comisión de un delito de incendio y otro de homicidio por imprudencia. Se le ha retirado el pasaporte y tiene prohibido salir del territorio nacional.
Las conclusiones policiales apuntan a que la dueña le encargó a su amiga y a la pareja de esta que se deshicieran del local, versión que apoya el hermano de Daniela, la fallecida, quien asegura que la propietaria pasaba una mala racha y había contado en más de una ocasión que había que prender fuego al local. Sobre ello, la propietaria aseguró que no había tramitado ningún cobro del seguro ni había aumentado la prima.
La Policía barajaba en un primer momento la hipótesis de la participación de una tercera persona, José Antonio, expareja de una empleada del bar, como venganza laboral contra la dueña, así como la posibilidad de rencillas entre la fallecida y la propietaria, ambas descartadas.
En cualquier caso, la propietaria del establecimiento aportó a los agentes las cinco denuncias interpuestas contra el exnovio de la empleada por amenazas. Al parecer, habría lanzado piedras al local e incluso llegó a empotrar su coche contra el mismo.
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