Luis Lorenzo, tras la muerte de la vecina de Grado: «Ya podemos comprarnos la casa»

La muerte hace un año de la vecina de Grado Isabel Suárez Arias ha llevado a la detención del actor Luis Lorenzo y de su mujer, Arancha P. F. La pareja está siendo investigada por la muerte de la vecina de Grado de 85 años, tía de la esposa del intérprete que fue envenenada con cadmio y manganeso.

Esta mañana ambos pasaron a disposición judicial. Finalmente, la jueza de Primera Instancia e Instrucción número 9 de Arganda del Rey los ha dejado en libertad provisional. Tienen que presentarse en el juzgado cada semana como medida cautelar y se les ha retirado el pasaporte de forma provisional.

Según ha podido adelantar ABC en exclusiva, durante el pasado jueves varios amigos y conocidos de la pareja, entre los que se encontraría la exmujer del actor, con la que tiene un hijo de nueve años, acudieron a la Guardia Civil en Tres Cantos (Madrid) para prestar declaración.

En las diversas declaraciones realizadas por los testigos, quedaría reflejado el interés u obsesión que tenía Luis Lorenzo por el dinero y además, según fuentes de toda solvencia consultadas por ABC, le habría trasladado su felicidad a su hijo ante la muerte de Isabel Suárez Arias en junio de 2021: «Ya se ha muerto la tía, ya podemos comprarnos la casa que queremos en Madrid».

Envuelto en muchos conflictos con mujeres, Luis Lorenzo también tuvo una causa abierta por presuntos malos tratos y desencuentros económicos con una importante empresaria a quien llegó a estafar, al parecer, cerca de dos millones de euros. Una relación que terminó de la peor de las maneras, y con todos su entorno personal y afectivo destruido.

Aunque la muerte de Isabel se produjo en 2021 ha sido este viernes cuando ha saltado a la luz que la mujer pudo ser asesinada. Una noticia que ha provocado una gran consternación entre los vecinos de Grado, localidad en la que residía Isabel.

Sus vecinos destacan en declaraciones a EL COMERCIO «el buen talante de la fallecida» y «los líos familiares de los que todo el mundo hablaba». «Era una mujer muy buena y muy trabajadora, no merecía la probe la muerte que le dieron», han lamentado.

Un año después vuelve a hablarse de un suceso que casi todo el mundo había olvidado, aunque asalta el recuerdo de un incidente que llevó a un enfrentamiento entre las dos familias en plena iglesia durante el funeral.

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