A juicio por realizar una liposucción sin licencia que dejó secuelas de por vida una paciente

El Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia ha iniciado un juicio oral contra dos mujeres, madre e hija, que realizaron en 2019 una liposucción que llevó a la paciente a la UCI durante un mes y le ha dejado secuelas de por vida. Ninguna de ellas disponía, supuestamente, de licencia para realizar la intervención.

Ambas mujeres se enfrentan al pago de 155.620 euros y penas de cárcel. La imputada principal es la responsable de la clínica, a la que la Fiscalía considera la causante directa de los delitos de lesiones y la acusa de imprudencia grave e intrusismo. Pide para ella tres años de prisión.

Su hija, enfermera, la asistió en condición de auxiliar y el Ministerio Público reclama únicamente el abono de una multa, a diferencia de la acusación particular, que solicita el encarcelamiento de ambas por intrusismo.

La operación se desarrolló el 17 de noviembre de 2019 en la clínica Lipoescultor de Murcia, adonde la víctima, vecina de Caravaca de la Cruz, acudió para someterse a una liposucción. El centro disponía de autorización para pasar consulta, pero no para realizar este tipo de intervenciones. De hecho, ni siquiera contaba con quirófano.

La intervención le produjo lesiones en el sistema cutáneo y trastornos arteriales de origen postraumático. La mujer no puede subir o bajar escaleras y tiene «grandes cicatrices en los miembros inferiores». Además, según la acusación, sufrió un 'shock' séptico derivado de una gran infección por la que estuvo ingresada en UCI del hospital Morales Meseguer durante casi un mes.

Durante este año, se han hecho públicas la muerte de varias pacientes tras intervenciones estéticas. A finales del mes de julio falleció una joven que pasó tres meses en coma tras someterse a varias intervenciones en una misma operación realizada en un centro privado; reducción de senos, liposucción en flancos y abdomen, y transferencia de la grasa a los glúteos.

Al día siguiente, recibió el alta a pesar de los fuertes dolores que sufría y que, según la clínica, eran normales. Acudió en varias ocasiones al centro sanitario hasta que, una semana después, ingresó en el Hospital La Paz debido a un shock séptico que derivó en un fallo multiorgánico.

Sara Gómez falleció el 1 de enero tras 29 días debatiéndose entre la vida y la muerte en la UCI del Hospital General Santa Lucía de Cartagena como consecuencia de las graves complicaciones tras someterse a una lipoescultura. Su familia ha denunciado al cirujano por homicidio imprudente.

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