La familia de la mujer muerta tras una lipoescultura acusa al cirujano de homicidio

Sara Gómez falleció el 1 de enero tras 29 días debatiéndose entre la vida y la muerte en la UCI del Hospital General Santa Lucía de Cartagena como consecuencia de las graves complicaciones que sufrió tras someterse a una lipoescultura. Su familia, que ya había iniciado acciones legales, ha anunciado ahora que denunciará al cirujano por homicidio imprudente.

Con 39 años y dos hijos, la fallecida decidió someterse a un tratamiento estético en una clínica privada por el que abonó, en dos pagos, 5.700 euros. La intervención, con anestesia general, se prolongó durante cinco horas.

Transcurrido ese tiempo, según refiere la denuncia interpuesta por la familia, el medicó comunicó el éxito de la intervención. La paciente había perdido gran cantidad de líquidos y sangre , por lo que estaban «estabilizándola». Tres horas después, el facultativo supuestamente aseguró que sería trasladada por prevención al Hospital General Santa Lucía.

Allí llegó «en shock hipovolémico y en una situación de extrema gravedad». Fue operada de inmediato. La intervención le había generado múltiples daños internos, entre ellos peritonitis fecaloidea y biliar, necrosis isquémica de colon ascendente, múltiples perforaciones intestinales, perforación duodenal, necrosis de pared abdominal, laceraciones hepáticas, absceso retroperitoneal y evisceración contenida.

En palabras del abogado del caso, son daños «más propios del resultado de una reyerta con arma blanca» que de una operación estética. Según su currículum, el doctor comenzó Medicina en Chile, y continuó en Murcia y Nápoles (Italia). Hasta mayo de 2020 trabajó como cirujano cardiovascular del Servicio Murciano de Salud. Recientemente obtuvo el máster en medicina estética y antienvejecimiento por la Universidad Complutense, de Madrid.

Antes del fallecimiento de Sara Gómez y de elevar la calificación del delito, la familia defendía que las lesiones de la mujer no se podían justificar como un riesgo típico de una intervención estética de lipoescultura y pedía a la fiscalía que tomara muestras por posible consumo de drogas del cirujano así como la investigación de todos los profesionales que participaron en la intervención.

Además, se ha lanzado una petición en change.org para exigir la aprobación de una ley que regulen las operaciones de estética, «evitando el intrusismo profesional». «En España hay un vacío legal que permite que un médico puede operar de todo aún sin ser especialista», reza la campaña, que suma más de tres mil firmas..

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