E. C.
Viernes, 26 de mayo 2023, 23:14
Lindaci Viegas Batista, una mujer brasileña de 54 años, falleció el sábado, día de su cumpleaños, en Río de Janeiro tras comer algunos bombones que recibió anónimamente. Un desconocido le envió la caja pero al no conocer al remitente pidió que los dejaran en la tienda de su pareja ya que sospechaba que pudieran estar envenenados.
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Preguntó por ellos a familiares y amigos, incluso a su exmarido, quien a modo de broma, dijo que los había enviado él, por lo que decidió comerse los bombones.
Pronto comenzó a encontrarse mal y la atendieron sus vecinos. «Se le pusieron los ojos blancos y las extremidades se le contrajeron», dijo uno de sus familiares. Cuando la llevaron al hospital do Andaraí ya había fallecido.
«Fue macabro y premeditado», dijo una de sus hermanas. Además, el hijo de Lindaci probó uno de los bombones y apreció que tenían mal gusto. La Policía brasileña ha detenido a la expareja del actual novio de la víctima, que de momento no ha confesado nada, aunque la familia asegura que había recibido amenazas de la detenida.
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