Albert López, el examante de Rosa Peral, admite por primera vez que asesinó al guardia urbano

El caso, conocido como 'el crimen de la Guardia Urbana' se ha convertido en uno de los más mediáticos de España en los últimos años, sobre todo después de que la plataforma Netflix hiciera una miniserie sobre el mismo, 'El cuerpo en llamas'.

Rodríguez, interno en la cárcel Quatre Camins de La Roca del Vallès (Barcelona), está desde hace meses siguiendo un programa de tratamiento para su reinserción, lo cual es siempre un punto a favor para que las juntas de tratamientos de las cárceles se manifiesten a favor de conceder permisos penitenciarios.

Al estar cerca de cumplir la cuarta parte de la condena, podría ser totalmente factible que la dirección del centro catalán, dependiente de la Generalitat, accediera a dar ñ luz verde a breves permisos para abandonar la cárcel, pero para ello, además de la buena conducta y la participación en los programas de reinserción, es imprescindible el reconocimiento del delito cometido y su arrepentimiento, algo que el también expolicía barcelonés ha hecho en las últimas horas. López, no obstante, no ha hecho ningún escrito o comparecencia formal para reconocer el crimen, sino que lo ha expresado ante el equipo que lo trata en prisión, según fuentes penitenciarias.

En abril de 2020 la Audiencia Barcelona condenó a Rosa Peral a 25 años de prisión a López a 20 por el asesinato de Rodríguez por un delito de asesinato con alevosía, tal como consideró el jurado, que en el caso de Peral sumó el agravante de parentesco, ya que en el momento del crimen era su novia y convivía con él.

El jurado declaró el lunes 23 de marzo de 2020, tras un juicio que acabó en plena pandemia, a ambos acusados culpables con 8 votos a favor en el caso de Peral y 7 en el de López, por el crimen que ocurrió la noche del 1 de mayo de 2017 en la casa donde convivían la víctima y la acusada, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

La sentencia recogía, tal como consideró probado el jurado, que Peral y López consideraban que Pedro Rodríguez «por diversas razones, obstaculizaba su relación» y por eso le mataron, y quemaron el cadáver dentro del coche Rodríguez. la noche después del crimen, para lo que lo trasladaron hacia una pista forestal junto al pantano de Foix.

Además, a los dos acusados, además de ser condenados a pagar las costas procesales, se les impuso una indemnización total de 885.000 euros: 450.000 para el hijo del fallecido, 225.000 para su padre, 100.000 a cada uno de sus hermanos y 10.000 a su expareja y madre de su hijo.

El juicio con jurado constó de 26 sesiones, del 3 de febrero al 17 de marzo, e intervinieron 57 testigos, 38 peritos y 15 forenses.