ainhoa de las heras
Viernes, 9 de diciembre 2016, 11:08
Una joven de 19 años ha denunciado ante la Ertzaintza un nuevo posible caso de burundanga, una droga que elimina la voluntad de la víctima, en Bilbao. La mujer se despertó, dolorida y semidesnuda, el pasado martes, día de la Constitución, en el parque de Doña Casilda. Estaba junto a un desconocido y presentaba lagunas de memoria, un síntoma que suele repetirse en los casos detectados de sumisión química. Al parecer, la joven había salido con unos amigos la noche anterior. El grupo había estado en una zona de copas de la capital vizcaína disfrutando de la cálida noche para lo avanzado del año, en víspera de festivo, por lo que las zonas de ambiente nocturno estaban llenas de gente.
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Otro caso reciente
A partir de una determinada hora, cuando se encontraba con unos amigos en una discoteca, la chica perdió al parecer la noción del tiempo. Horas después despertó sobre el césped en el conocido como parque de los patos bilbaíno y con signos de haber sufrido una agresión sexual. La víctima optó entonces por dirigirse al hospital de Basurto y presentar una denuncia por los hechos. A partir de ese momento se abrió el protocolo para episodios de violación, por el que además del examen médico habitual, las víctimas son observadas por un médico forense del Instituto vasco de Medicina Legal de Bilbao en busca de posibles lesiones compatibles con una agresión sexual.
El pasado día 18 de noviembre se registró en la capital vizcaína otro caso sospechoso de burundanga, que es muy difícil de probar porque se elimina en la sangre con rapidez. La víctima salió a tomar algo con su cuadrilla por la zona centro de Bilbao una noche de viernes y cuando volvió a tener conciencia habían pasado varias horas y ya era de madrugada. La mujer no recordaba nada de lo que le había ocurrido en ese tiempo y presentaba algunas heridas en los brazos y en las rodillas cuyo origen desconocía. En este caso, la chica sufrió además el robo del bolso y del teléfono móvil.
Los casos de burundanga se han incrementado en los últimos meses en Bizkaia. La sustancia, denominada técnicamente escapolamina, deja a las personas que la ingieren a merced del agresor, que la usan para cometer abusos sexuales o robos.
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