![Carta a un ladrón en Durango: «No te lo gastes en vicios. Que puedas dar de comer a los tuyos una temporada»](https://s1.ppllstatics.com/elcomercio/www/pre2017/multimedia/el_correo/noticias/201512/02/media/cortadas/plantilla-durango--1190x800.jpg)
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J. Gómez Peña
Miércoles, 2 de diciembre 2015, 11:11
Cuando ayer por la mañana los encargados de la instalaciones deportivas de la Cultural de Durango llegaron a Tabira se echaron las manos a la cabeza. «La puerta estaba reventada», describe Jon Andoni Bengoetxea, presidente del club vizcaíno. Les habían robado. Faltaban dos televisones «nuevas», lamenta . Y tampoco estaba el dinero de la lotería, ni las aportaciones que hace algún bar de Durango. Los ladrones se habían llevado también ropa y hasta algunos balones. En casos así, la primera reacción suele ser la rabia mezclada con la impotencia. En la Cultural hubo algo más: respiraron profundo y en lugar de cerrar el puño por el cabreo lo abrieron para escribir una carta de agradecimiento a los cacos. La colgaron de su cuenta de Twitter. «Para que lo lean».
«Querido amigo visitante inesperado -comienza la misiva-. Ha sido una pena no poder recibirte como te mereces en tu visita nocturna... Otro día avisas y charlamos un rato de tus problemas, inquietudes y demás». En la carta ni se insulta ni se descalifica a los autores del hurto. Sólo se tira de ironía: «Dicho esto, desearte que todo lo que nos has quitado sea para tu bien. Que las películas las veas bien en tu salón en la TV de 40 pulgadas y en tu habitación en la TV de 32».
También recomienda a los ladrones qué hacer con el dinero sustraído: «Que puedas dar de comer a los tuyos durante una temporada, que no te lo gastes en vicios». En la carta hay un deseo por cada cosa robada: «Con la ropa puedes abrigar a tus hijos o abrigarte tú. Con los balones, que disfruten tus hijos o tus hermanos. Quién sabe, igual algún día juegan en la Cultu».
En tono navideño, el club, que juega en Tercera, les desea prosperidad: «Sin más, desearte que mejore tu situación para que no tengas que volver a visitarnos». Incluso, les abren las puertas para que no las tiren abajo: «Ah, y si algún día deseas ver un partido, no dudes en dirigirte a nosotros para que dejemos unas invitaciones en la entrada a tu nombre».
Es ahí donde la carta describe el el efecto que un robo así tiene en una entidad con los recursos justos como la Cultural de Durango: «Cuídate y sé feliz con lo que has logrado, que no ha sido otra cosa que perjudicar a un club modesto que entre sus objetivos tiene el de formar personas para que no se vean abocadas a tu tipo de vida y sean respetuosas con todos, pero sobre todo con ellos mismos». Tras la lección ética, la despedida: «Hasta cuando quieras, un abrazo».
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