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e.c.
Viernes, 12 de diciembre 2014, 13:32
Eliza Dragne, de 30 años, conoció a Nicu Alin Cristea, de 29 años, en Facebook, donde el sujeto afirmaba que era un trabajador humanitario que ayudaba a niños huérfanos.
En realidad era un trabajador de la construcción recién casado que persuadió a la víctima a salir con él. Incluso la recogió en su coche. La mujer ocultó la cita a sus conocidos.
El sujeto la llevó a un lugar remoto cerca de Alejandría, en el sur de Rumanía, donde la violó. Después la estranguló y apuñaló varias veces en el cuello con un destornillador.
Pensando que estaba muerta, Cristea cogió su móvil, conectado a su cuenta de Facebook, donde borró todos los mensajes que intercambió con ella. Sin embargo, Dragne sobrevivió al ataque y fue auxiliada por un conductor que llamó a la policía.
Debido a la magnitud de sus heridas, los oficiales llamaron a una ambulancia para llevarla al hospital de Bucarest. En el trayecto, la joven logró revelar la identidad de su atacante.
Poco después de llegar a hospital de Bagdasar-Arseni, Dragne entró en coma y a pesar de los esfuerzos de los cirujanos, falleció. Los agentes rastrearon a Cristea y lo detuvieron cuando celebraba su primer mes de casado con su esposa.
Tras la noticia de la detención, otras presuntas víctimas de Cristea se han presentado alegando que también fueron agredidas por él.
La madre de la joven autorizó la donación de sus órganos tras su fallecimiento.
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