El mensaje de Sor Lucía a Irene Montero: «Déjese de gilipolleces»

'El verano también es nuestro' es el nombre de la campaña lanzada por el Ministerio de Igualdad que ha hecho correr ríos de tinta. Lanzada para reivindicar la diversidad de cuerpos sin complejos durante el verano, el cartel ha generado una honda polémica ya que usa y edita el cuerpo de distintas mujeres sin su consentimiento.

A la modelo británica Sian Green-Lord, el diseñador de la ilustración le eliminó la pierna ortopédica que lleva desde el año 2013, año en el que un taxi la atropelló en Nueva York. El cuerpo de Juliet FitzPatrick, modelo británica de 60 años que sobrevivió al cáncer, aparece con una mastectomía en un pecho cuando en realidad le faltan ambos.

Una a una, las mujeres del dibujo han ido reconociéndose y alzando su voz contra el uso de su imagen. La primera en hacerlo fue Nyome Nicholas-Williams, comprometida precisamente con la lucha contra la 'gordofobia'.

«Se gastan nuestro dinero sin pedirnos permiso -eso es robo institucional- para campañas en las que roban la imagen de personas a las que no piden permiso y acaban humillando», clama en redes sociales Sor Lucía Caram.

Antes de que la polémica estallara, la ministra Irene Montero compartió el cartel con el siguiente mensaje: «Te miras al espejo y has dejado de ser persona para convertirte en monstruo [...] en un cuerpo excesivo del que tienes la culpa. »Porque lo que cuenta @Elba_Celo lo viven millones de mujeres, seguiremos hasta que el verano y la vida sean para todas».

La monja que roza los 200.000 seguidores en Twitter se ha sumado al carrusel de las críticas lanzando un dardo directo a la responsable ministerial, a la que ha invitado a dejarse de «de gilipolleces» y comenzar a «trabajar por los problemas reales de los españoles».

La religiosa del convento de Santa Clara de Manresa, mitad argentina mitad catalana, es profundamente independentista. Se ha reunido con Nacho Vidal, ha censurado a Franco, concedido varias entrevistas en televisión –en una aseguró que la virgen María y José tuvieron sexo- y ha llegado a comparar el encarcelamiento de los líderes del proceso soberanista catalán con el de Jesucristo.

Antimadridista, está comprometida con la lucha por los derechos de la infancia, se define a sí misma como una monja «inquieta e inquietante» que, a sus 56 años, trata de «ser feliz y hacer felices a los demás».

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