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El directo de Scorpions se augura demoledor y apabullante.
Scorpions enciende el verano gijonés

Scorpions enciende el verano gijonés

En la estela de los grandes conciertos, la mítica banda celebra en Gijón su cuarenta aniversario de 'Love at first sting' en el Tsunami. Será el 21 de julio

Igor Paskual

Gijón

Domingo, 30 de junio 2024, 02:00

Scorpions vienen a Gijón para celebrar el 40 aniversario de su disco más popular, 'Love at first sting', el que contiene 'Rock you like a hurricane' o 'Still loving you', con las que aún siguen cerrando sus conciertos. Casi nada. Un álbum inmortal de una banda eterna. Es muy posible que los más cafeteros prefieran su disco anterior, 'Blackout' (en el Oviedo de los 90 hubo una banda de hard rock con este nombre) y fue el álbum que les confirmó internacionalmente, algo que tenía mucho mérito dado que su vocalista, Klaus Meine, había perdido la voz por completo en 1980. Sí, uno de los cantantes más influyentes de la historia del rock (escuchen a Jon Bon Jovi o a Joey Tempest de Europe) estuvo a punto de retirarse. Se recuperó tras la insistencia de sus compañeros, dos operaciones y un especialista austriaco. No resulta extraño que las cuerdas vocales de tantos cantantes sufrieran daños severos porque Scorpions, como muchas otras bandas, tuvieron que trabajar de una manera exhaustiva para alcanzar el éxito. Antes de la llegada de las redes sociales e internet, para sobrevivir en el competitivo mundo del entretenimiento del rock había que vivir en la carretera, una trituradora humana que filtraba miles de aspirantes y solo dejaba pasar a los músicos con una vocación a prueba de bombas. Nadie sabe lo que supone para un grupo humano tocar sin descanso, convivir, juntarse para componer, encerrarse durante meses en un estudio para grabar y volver de nuevo al autobús de gira.

La banda alemana comenzó a tocar en…¡1965! como admiradores de la 'Invasión inglesa' y adoraban a los Beatles, algo que se nota en su gusto por la melodía, como también le pasaba a Ozzy Osborne de Black Sabbath, fanático de los de Liverpool. Klaus Meine entraría en 1969 y su primer álbum es de 1972.

Ese largo y duro periplo implicó numerosos cambios de formación, peleas entre hermanos (con la traumática salida del genial guitarrista Michael Schenker a UFO) y se convirtieron en el cholismo del rock: disco a disco, escenario a escenario, fan a fan. Eso daría sus frutos: establecieron un vínculo irrompible con su público y encontraron su fórmula que les haría gigantes en los 80 y que sigue siendo imitada por cientos de bandas: pocos y contundentes acordes, estribillos muy bien diferenciados de las estrofas, melodías cuidadas y solos de guitarra técnicamente impecables. Es hard rock depurado que nunca llega a ser metal.

Klaus Meine, que perdió la voz en 1980, es uno de los cantantes más influyentes de la hostoria del rock

Alcanzaron un descomunal éxito en los 80 y en la década siguiente sufrieron los rigores del invierno grunge; trataron de abrigarse modificando su sonido (como hicieron Mötley Crüe) con leves toques electrónicos, algo que fue visto por seguidores y detractores como una viraje hacia ninguna parte. Pero, Scorpions, bregados ante todo tipo de adversidades, no se rindieron y en los 2000 fueron recuperando su trono a base de buenos discos, el inevitable 'Unplugged' y un directo sin fisuras repleto de himnos. Además, bandas jóvenes como The Darkness tenían a Scorpions como parte de su grial sonoro lo que les abrió las puertas hacia otras generaciones.

A Gijón llega una banda histórica que ha preparado un set list especial con temas como 'I'm leaving you', que no tocaban desde hace quince años o 'The same thrill', que sólo hicieron en la gira del 84. Incluyen 'Crossfire', jamás interpretada en vivo y de temática actual y es que si hay algo que diferencia a Scorpions de otras bandas de rock duro es que han sabido captar el «espíritu de su tiempo», lo que los románticos alemanes llamaban 'zeitgeist'. La canción que les hizo traspasar lo meramente musical fue 'Wind of changes', publicada en 1990, poco después de que cayese el muro de Berlín y poco antes de que Alemania comenzara su proceso de reunificación. Esta canción añadió una nueva dimensión a la banda y pocos grupos pueden presumir de tener el equivalente del 'Himno de la alegría' de Beethoven en clave rock. Un canto a la unidad humana de cierto toque europeísta. Scorpions vienen con todo lo que necesitamos en esta era: espíritu de supervivencia, repertorio infalible, leyendas vivas del rock, un aniversario de un disco inmortal y toneladas de esperanza.

Cabezas de un cartel plagado de rock and roll

El Parque de los Hermanos Castro será escenario, del 19 al 21 de julio, de este festival convertido ya en un clásico del panorama gijonés y dedicado a la música más potente. El rock, el punk y el hard-core agitarán este verano la inmensa ola musical que se estima están dispuestos a surfear un total de 30.000 personas. El festival empapará a ese público fiel como pocos, entregado y disfrutón, que ya ha soplado en muchos casos las cuarenta velas. Hay grandes grupos en el cartel como Descendents y Bad Religion. En el plano nacional, destaca Arde Bogotá que está cosechando éxitos allá por donde va, gracias especialmente a 'La salvación'. Phil Campbell, Yungblud, Alkaline Trío, The Mysterines, Amygdala, Misconduct, A Wilhelm Scream, Antifan, Miniño, Tortiboys, Ukelele Joe, Hula Shakers, y Royal Blood, entre otros, completan el cartel.

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