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RAMÓN GORRIARÁN
MADRID.
Martes, 10 de marzo 2020, 03:04
Pedro Sánchez pidió ayer «unidad, serenidad y estabilidad» para hacer frente a la crisis del coronavirus y anunció un plan de choque para paliar los daños económicos causados por la epidemia. El Consejo de Ministros estudiará hoy las medidas fiscales y de incentivos directos, en ... los que, según dijo, el Gobierno trabaja desde hace «dos semanas», y que se tomarán con el conocimiento de las organizaciones empresariales y sindicales, con las que se verá este jueves.
El jefe del Ejecutivo habló por primera vez en público de la crisis, y lo hizo en un foro un tanto extraño, la clausura de la asamblea general de la Federación de Asociaciones de Autónomos. Su intervención se produjo minutos después de que el líder de la oposición le acusara de esconderse y no dar la cara.
Sánchez anunció un plan de choque económico que se concretará «en unos días», pero no entró a dar detalles. Prefirió subrayar que en estos momentos lo que debe primar es «la serenidad» para seguir «al pie de la letra» las pautas marcadas por los expertos y «la unidad» de las fuerzas políticas y agentes sociales para encarar esta situación. España tiene más de un millar de infectados y el número de fallecidos hasta ayer ascendía a 27.
Tras la intervención del presidente, fuentes de la Moncloa explicaron que trabajan para «completar la información y disponer de una previsión completa». Pero tampoco dieron fechas ni precisiones del contenido de las medidas. Queremos que el plan sea eficaz y ajustado a la magnitud del problema», añadieron los portavoces oficiales. La crisis, señalaron, en tono esperanzador, tendrá «un efecto negativo, pero transitorio».
La ausencia de detalles y calendario obedece a que el dinero que pueda destinar el Gobierno a paliar los daños económicos causados por la epidemia depende en buena medida a que Bruselas relaje los objetivos de déficit. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, señaló ayer que trabajan en dos frentes. Por un lado, la posibilidad de proporcionar ayudas directas a los Estados más golpeados, y por otro, permitir desviaciones en los objetivos anuales de déficit.
España tiene ahora escaso margen para disponer de recursos adicionales con unos presupuestos de 2018 prorrogados. Un escenario que la vicepresidenta Carmen Calvo aprovechó para pedir el apoyo del PP a las cuentas de este año y poder contar así con más recursos para hacer frente a esta emergencia sanitaria. El Gobierno aún no tiene medido el impacto en el crecimiento, pero en Francia el cálculo es que podría estar entre unas décimas del PIB e incluso llegar al 1%. En Italia, el país más golpeado, apuntan a medio punto.
Sánchez señaló que se va a reforzar la coordinación con las comunidades con dos reuniones interministeriales a la semana, al margen de las dos diarias que celebra el comité de seguimiento en el Ministerio de Sanidad. El presidente hizo especial hincapié en la coordinación entre las diferentes administraciones, que hasta el momento actúan con «gran responsabilidad» sin distinción de colores políticos.
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