Medicina

La vacuna española contra la enfermedad infecciosa que más muertes causa en el mundo entra en su fase final

La vacuna española contra una de las enfermedades infecciosas más letales acaba de entrar en fase 3. Los investigadores que han conseguido tal hito son forman parte de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, y llevan más de 20 años trabajando en una dosis contra la tuberculosis, la enfermedad infecciosa que más muertes causa en el mundo —con la excepción de estos últimos años por la pandemia de covid—.

La vacuna con la que se cuenta en la actualidad protege contra muchas de las varintes más agresivas de la enfermedad, pero no es capaz de detener la tuberculosis respiratoria, la cual es una de las principales responsables de muertes en los países subdesarrollados. «Es la hora de saber si la vacuna protege o no», eran las palabras del doctor Carlos Martín, quien lidera el grupo de investigación que ha logrado este avance.

La nueva vacuna de este grupo de investigadores, MTBVAC por sus siglas, acaba de entrar en fase 3 y es el momento de determinar, mediante distintas pruebas, su eficacia antes de ponerla en circulación. Una de las pruebas que se hará será con bebés previamente vacunados de la otra vacuna contra la tuberculosis (BCG) para comprobar si esta segunda vacuna protege contra las complicaciones respiratorias derivadas de la tuberculosis.

Desde la Facultad de Medicina de Zaragoza no se quieren poner un plazo. «Tenemos que hacer el estudio en países con cifras de tuberculosis como las que teníamos nosotros en el siglo XVII y ver si protege o no. Por eso es un proceso que es largo». Algunas estimaciones hablan de que se podría prolongar cinco años.

Una enfermedad con historia

Los orígenes de la tuberculosis se remontan casi a los orígenes de la propia civilización humana. Se estima una antigüedad entre 10.000 y 15.000 años, se acepta que el microorganismo que la origina evolucionó de otros microorganismos más primitivos dentro del propio género Mycobacterium.

Hay que esperar a los últimos años del siglo XIX para encontrar los primeros avances científicos contra la enfermedad, pero los avances se suceden de manera explosiva en apenas dos o tres lustros: En 1866 Jean Antoine Villemin demuestra que puede contagiarse la enfermedad, tras inocular material purulento de humanos infectados a conejos de laboratorio y poco después, en 1882, se descubre el agente infeccioso que la provoca. Comienzan a proliferar los sanatorios para tuberculosos, mejorando su pronóstico y comenzando a cortar la cadena de transmisión (Boehmer y Dettweiller fundan los primeros sanatorios en Alemania). En 1895 Wilhelm Röntgen descubre los rayos X, lo que permite diagnosticar y seguir la evolución de la enfermedad, y aunque faltan casi cincuenta años para el hallazgo de un tratamiento farmacológico eficaz, la incidencia y mortalidad comienzan a caer.

El plan de actuación en España

España es un país con una prevalencia baja de tuberculosis, a pesar de que Se estiman que la prevalencia de tuberculosis es baja. El Plan para la prevención y el control de la Tuberculosis en España Archivo.

El Plan está alineado con los compromisos internacionales incluidos en la Agenda 2030, en la Declaración Política para la lucha contra la TB aprobada por Naciones Unidas «United to End Tuberculosis: An Urgent Global Response to a Global Epidemic» , así como con la Estrategia de OMS «Poner fin a la Tuberculosis» aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud.

El objetivo general es detener la transmisión de la TB en España a través del acceso universal a la prevención, diagnóstico y tratamiento y para ello se definieron tres objetivos específicos y cuatro líneas estratégicas referidas al diagnóstico precoz de infección y enfermedad, la vigilancia, el estudio convencional de contactos y la prevención y tratamiento.

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