Qué es el snus, la nueva droga altamente adictiva que ya ha llegado a España

Mientras el Gobierno trabaja en su plan antitabaco a consecuencia de las 8 millones de muertes que causa al año en todo el mundo, llegan a España nuevas alternativas con más nicotina aún. El snus, la llamada droga sueca, aumenta de popularidad entre quienes buscan un tipo de tabaco sin combustión, fácil de consumir y que pase desapercibido.

El snus es un producto hecho a base de tabaco picado, agua y sal al que, en ocasiones, se le añade algún aromatizante que haga más atractivo su consumo. Se vende en forma de bolsitas que se ponen entre la encía y el labio para que la saliva absorba la nicotina y la envíe al torrente sanguíneo. En Suecia, donde su venta es legal al igual que en Noruega, el 19 % de la población ya toma esta sustancia frente al 10 % que consume tabaco.

En España su situación actual es de alegalidad y algunos turistas ya la están introduciendo en el país. Diversas plataformas indican el peligro que tiene la llegada de este producto, que contiene el doble de nicotina que el tabaco, y piden que se prohíba. Su primer consumo puede ser más dañino que fumar ya que muchas personas experimentan síntomas como mareos, visión borrosa y vómitos.

Pese a que sus efectos nocivos son altamente peligrosos por contener metales pesados, muchos países como Estados Unidos hacen publicidad del snus como una alternativa más sana al tabaco e incluso su consumo se desata entre deportistas debido a que es un potente quemador de grasas, saciante del apetito y aumentador de la atención.

Entre sus efectos negativos se encuentran el sangrado de encías y un rápido aumento de los latidos cardíacos. Varios estudios han concluido que el consumo de una bolsita de 6 miligramos produce un aumento promedio de 10 latidos por minuto. También se ha encontrado relación entre consumir snus y la aparición de diabetes tipo II ya que la nicotina aumenta la resistencia a la insulina.

El snus se puede comprar a través de diversas páginas donde también se venden vapers, productos contra los que el Gobierno quiere luchar por su erradicación y conseguir así una generación libre de humo y de nicotina ya que el enganche que producen termina por repercutir en la salud de millones de personas.

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