LAURA PIRE
Lunes, 27 de febrero 2023, 08:46
Es un hecho. Cuando nos acostumbramos a determinadas cosas, podemos dejar de sentir su intensidad incluso hasta llegar a perder la referencia de lo mucho o lo poco. Esto pasa claramente con el sabor dulce y la sensación que produce cuando estamos acostumbrados a abusar ... o en el extremo contrario, lo probamos muy poco.
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Las autoridades sanitarias lo saben y se han tomado medidas muy interesantes para concienciarnos, como gravar los impuestos de las bebidas dulces. Digo dulces sin entrar en si el edulcorante utilizado es natural o artificial. El caso es que ha causado mucha sorpresa ver que también este impuesto abarca a las bebidas light, las que suponemos que puestos a cuidar la salud, serán mejores que las azucaradas. Pues fijaos qué detalle. Lo que se está protegiendo con esta medida, es evitar que nos acostumbremos al sabor dulce a ese nivel y que no perdamos el norte a la hora de disminuir la adición de azúcar a nuestros postres y alimentos en general. Con la sal pasa igual. Hay casas en las que se pasan muchos pueblos salando la comida y cuando alguno de los miembros de la familia necesita reducirla en su dieta por salud, pasan una temporada quejándose de que no sabe a nada. Con el tiempo nos acostumbramos a percibir el sabor auténtico de los alimentos. Vamos a bajar todos un listón en nuestros nivel de dulce y veréis cómo pasan cosas nuevas bastante interesantes a nivel de sabor.
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