Qué es el pie diabético y cuáles son sus síntomas

La mala alimentación, la falta de ejercicio o el estrés han sido los indicadores señalados como principales culpables de la aparición, cada vez más frecuente, de diabetes. Una enfermedad para la que existe tratamiento que, en función de su grado, puede llegar a precisar medicación, incluso inyecciones de insulina o que, en los casos más fáciles, puede regularse solamente con dieta estricta y la práctica regular de ejercicio.

El desequilibrio de glucosa en sangre, que es una de las principales consecuencias de padecer diabetes, puede causar mala circulación en las extremidades, así como falta de sensibilidad en los pies, lo que conlleva una ulceración de los tejidos que los forman. Esto es lo que provoca las heridas profundas que se pueden apreciar en las plantas de los pies y en las zonas cercanas al hueso, que se infectan fácilmente, con riesgo de terminar con gangrena. Este riesgo es el que se conoce como pie diabético.

Muchos son los síntomas que pueden llevar a sospechar que se padece de pie diabético, siendo el más común la aparición de heridas y úlceras en el pie. A ello se pueden sumar la aparición de hormigueos y calambres en las extremidades, así como la ausencia de sensibilidad en los pies. En estos casos y ante la aparición de cualquier contusión en el pie o alteración que presenten los dedos, se ha de acudir al especialista para que sea revisado, ya que es frecuente que ni siquiera exista sintomatología previa.

Las principales medidas preventivas con las que se puede evitar llegar a padecer de pie diabético tienen que ver con llevar un control riguroso de los niveles de glucosa; no fumar; revisar los pies diariamente, así como lavarlos con agua templada y secarlos cuidadosamente; mantener los pies hidratados y cuidar especialmente las callosidades, durezas y grietas que puedan aparecer; cortar y limar las uñas de forma recta, a ser posible, con la ayuda de un podólogo y no usar, en la medida de lo posible, calzado apretado.

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