El sistema de salud británico gasta 350.000 libras anuales en la extracción de objetos anales

Cada contribuyente británico paga, de media, cerca de cuatrocientos euros - 338,819 libras- anuales al sistema de salud para que los profesionales sanitarios extraigan extraños objetos del ano de los pacientes. La extracción de desodorantes, botellas de cerveza o cepillos de dientes cuesta al sistema público de salud más de 400.000 euros cada ejercicio ( 350.000 libras).

Según un estudio del Royal Wolverhampton Hospitals NHS Trust, del que se hace eco el Daily Mail, entre 2010 y 2019 los profesionales sanitarios extrajeron 3.500 artículos del recto, lo cual supuso un gasto de tres millones de libras, cerca de cuarto millones de euros. Se trata de un problema cada vez mayor dado que la tendencia va en aumento.

Entre el primer año y el último del estudio los objeto extraídos supusieron el doble. Por lo general, los pacientes los utilizan para conseguir placer sexual. Los investigadores creen que el aumento de casos puede estar relacionado con el acceso a la pornografía en Internet.

También con la popularización de juguetes sexuales, culpables de inspirar a las personas a probar la práctica. Aunque el estudio no cita qué objetos se encontraron más habitualmente, basta con rastrear las noticias para conocer algunos de los más comunes: cepillos de dientes, latas de aerosol, figuritas de juguete o huevos.

Por cada uno que se queda dentro y requiere acudir a Urgencias, el gasto es de 993 euros (850 libras), una cifra que incluye el gasto de la intervención, de la anestesia, los honorarios de los médicos y el coste de la estancia hospitalaria.

Un 80% de los pacientes tratados eran hombres y uno de cada seis superaba los sesenta años. La mayoría de los objetos extraños se pudieron retirar con el uso de anestesia en aproximadamente 24 horas, y solo un pequeño número de pacientes permaneció ingresado.

La práctica de introducir juguetes no está exenta de riesgos. Si estos acaban en el recto y no se actúa, pueden acabar perforando el intestino. Por eso, los médicos británicos recomiendan que, de introducirse alguno por el ano, éste goce de una base acampanada para evitar que se pierda en el interior.