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laura pire
Lunes, 13 de febrero 2023, 21:04
Puede ser que te hayas acostumbrado a eliminar la legumbre de tu alimentación habitual por culpa de la mala sensación que te produce en las horas posteriores a haberla consumido. Es un clásico. Hay mil trucos relacionados con la forma de cocinarlas, como añadirle determinadas ... especias, remojarlas de una forma concreta o métodos casi esotéricos con tal de conseguir que la legumbre siente mejor.
Pues incluso así, a veces no funciona. Hoy no vamos a entrar a comentar estos trucos, pero sí nos centraremos únicamente en hablar de la cantidad. Tenemos que saber que realmente podemos estar ante un problema de saturación por ración. La prueba más sencilla es la de añadir una pequeña cantidad de garbanzos, por ejemplo en una ensalada y probar como sientan. Estofar unas fabinas, muy pocas, con un montón de verdura. El ajuste de la ración a la tolerancia de cada intestino es crucial. Otra opción para los casos más rebeldes es probar las variedades de legumbre sin piel como la lenteja roja, por ejemplo. Merece la pena volver a intentarlo.
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