La felicidad no está detrás de la delgadez, cuidado

Después de muchos años de profesión, he visto demasiadas personas que han dedicado mucho tiempo a su físico buscando un ideal estético y no un objetivo de salud. Se dan cuenta con el tiempo de que si alguien les hubiera advertido o ayudado a darle una pensada a este tema de una forma más realista, sana y disfrutona, hubiesen podido ser más felices o despreocupados consigo mismos a la vez que consiguiendo los mismos objetivos estéticos y de salud.

El objetivo de cuidarse, aparte de disfrutar de la forma física, de estar cómodos con la ropa, de tener una energía y una vitalidad excepcionales, debe servir para disfrutar mucho de la vida.

Comer, beber, dormir mucho o poco, perder las rutinas, para después volver a ellas con naturalidad, sin culpas y sin chorradas.

Para mí, en general para la vida, el perfeccionismo es un defecto y hay que tenerlo muy en cuenta. Querer hacer las cosas bien siempre es de agradecer, pero lo mejor es enemigo de lo bueno.

El perfeccionismo en nutrición lleva a la obsesión: a la creencia de que los que no son perfectos o no pretenden serlo a este nivel, son peores personas que los que sí. Se produce una distorsión de las prioridades por las que se mide el valor de las personas y esto es un gran error. Si te encuentras en esta onda, piénsalo un rato y date cuenta en qué punto estás. Merece la pena.