La vida podría alargarse con una mejor planificación urbana

Hasta un 20% de fallecimientos prematuros podrían evitarse con mejores ciudades y mayor transporte público

redacción

Martes, 28 de junio 2016, 14:34

Se podrían posponer casi 3.000 muertes prematuras, si se cumplieran las recomendaciones internacionales de exposición para la actividad física, la contaminación del aire, el ruido, el calor y el acceso a los espacios verdes, según un estudio de CREAL, para la que se ha desarrollado una herramienta de evaluación de impactos en la salud de la planeación urbana y del transporte, llamado Utophia. Publicado en Environmental Health Perspectives, es la primera investigación que cuantifica los efectos múltiples del impacto de una ciudad insalubre.

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«Comparamos los niveles actuales de exposición con la actividad física, la exposición a la contaminación del aire, el ruido, el calor y el acceso a los espacios verdes», explica Natalie Mueller, autora principal del estudio e investigadora del CREAL. «Estimamos la fracción de muertes prematuras evitables que se podrían evitar si lográramos alcanzar las recomendaciones. También modelamos la esperanza de vida y los impactos económicos». El estudio se realizó en Barcelona, donde se estimó que se podrían evitar cerca del 20% de las muertes prematuras.

Lo que alarga la vida es el aumento de la actividad física, seguida de la reducción de la exposición de la contaminación del aire, el ruido del tráfico y el calor, mientras que el acceso a los espacios verdes tuvo efectos directos más pequeños sobre la mortalidad. «El cumplimiento de las recomendaciones podría aumentar la esperanza de vida media en 360 días y un ahorro económico de 9.300 millones de euros cada año», cuantifica Mueller.

Las soluciones a la falta de actividad física y los niveles de exposición a factores ambiental que modifican la mortalidad pueden encontrarse en la planificación urbana y del transporte. «Esto pone de relieve la urgencia de integrar la actividad física en la vida diaria», dice el investigador David Rojas-Rueda coautor del estudio. «Ir en bicicleta, caminar y usar el transporte público ofrecen una gran oportunidad para hacerlo, ya que estas formas de transporte proporcionan beneficios para la salud al aumentar la actividad física día a día de forma sencilla».

Por otra parte, la principal estrategia para luchar contra la contaminación del aire, el ruido y para mitigar el calor consiste en reducir el tráfico motorizado a través de la sustitución de modos de transporte de cero y de baja emisión, al tiempo que se incrementan las áreas verdes urbanas. «A pesar de que los espacios verdes tienen menores efectos directos relacionados con la mortalidad, son una importante herramienta en la gestión urbana y del transporte», prosigue Mueller. «Los espacios verdes estimulan la actividad física en la población y además que las plantas pueden ayudar a reducir la contaminación atmosférica, son una barrera natural contra el ruido y proporcionan sombra y refrigeración de los alrededores».

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Como conclusión, «es necesario examinar de forma más profunda los impactos que tiene el diseño de las ciudades en la salud y remarcamos la necesidad de reducir el tráfico motorizado a través de la promoción del transporte activo y público y la provisión de infraestructura verde, ya que ambos proporcionan beneficios tanto en la participación en actividades físicas como en la mitigación de la contaminación atmosférica, el ruido y el calor», sostiene Mark Nieuwenhuijsen, coordinador del estudio.

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