![Aceite de oliva para tratar el cáncer de vejiga](https://s2.ppllstatics.com/elcomercio/www/pre2017/multimedia/RC/201606/22/media/cortadas/aceite-oliva-knNF-U20956586672HvD-575x323@RC.jpg)
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Miércoles, 22 de junio 2016, 19:09
Las células de una micobacteria, la Mycobacterium brumae, ofrecen una alternativa que mejora los tratamientos actuales para el cáncer de vejiga, según un estudio de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en colaboración con el Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC). El método está basado en una emulsión de aceite de oliva y ha sido experimentado en ratones. La investigación busca mejorar la actividad inmunoterapéutica de M. brumae, mediante el diseño de emulsiones que puedan incrementar la homogeneidad y la estabilidad de las soluciones de la micobacteria y, por tanto, «su eficacia cuando se introducen en el cuerpo», explican los investigadores dirigidos por la profesora del Departamento de Genética y Microbiología de la UAB Esther Julián.
Publicado en Scientific Reports, el estudio concluyó que, de entre todas las posibilidades analizadas, una emulsión basada en aceite de oliva fue la mejor solución, logrando inducir una respuesta inmune mejor tanto en los experimentos in vitro como in vivo, con ratones modelo de la enfermedad. El aceite de oliva preserva la viabilidad de la micobacteria, evita la formación de grumos y proporciona así unas condiciones favorables para que llegue a la vejiga.
«Estos resultados subrayan el potencial de la emulsión basada en aceite de oliva como un vehículo muy prometedor para la administración del tratamiento de cáncer de vejiga con micobacterias», señala la investigadora Julián.
En los pacientes de cáncer de vejiga, uno de los desafíos superados consistió en reducir los grumos que se producen de manera natural cuando las células de micobacterias, con un alto contenido de lípidos en sus paredes, se introducen dentro de las soluciones acuosas que se utilizan generalmente para la instilación intravesicular (aplicación directa del medicamento mediante gotero). Según los investigadores, esta formación de grumos puede interferir en la interacción entre las células micobacterianas y las células del organismo, y disminuir los efectos antitumorales.
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