![Nueva diana terapéutica para las enfermedades cardiometabólicas](https://s1.ppllstatics.com/elcomercio/www/pre2017/multimedia/RC/201606/13/media/cortadas/GF1B9NK1_xoptimizadax-ke8-U20710916638tEB-490x578@RC.jpg)
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Martes, 14 de junio 2016, 08:32
La obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 son enfermedades metabólicas que afectan, hoy en día, a millones de personas en todo el mundo. De hecho, ambas enfermedades se hallan, con frecuencia, estrechamente unidas; por lo que recientemente se ha acuñado el término 'diabesidad' para denominar la coexistencia de diabetes tipo 2 y obesidad.
A largo plazo, las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial y la aterosclerosis, constituyen la principal causa de complicaciones y mortalidad en los pacientes con diabesidad. Por eso, resulta imprescindible comprender los mecanismos que pueden acelerar el desarrollo de daño vascular en estos pacientes, con el fin de diseñar aproximaciones terapéuticas que permitan frenar o retrasar ese daño.
Por este motivo, científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Deutsches Diabetes-Zentrum (DDZ) de Düsseldorf han investigado el posible impacto de una proteína denominada dipeptidilpeptidsa-4 soluble (sDPP-4) sobre la capacidad funcional de las arterias de pequeño calibre o microvasos arteriales, cuyo correcto funcionamiento es fundamental para mantener una presión arterial adecuada.
La sDPP-4 es una adipoquina, es decir, una proteína producida normalmente por las células del tejido adiposo, pero que se produce y secreta a la circulación de manera exagerada en el contexto de la diabesidad.
Uno de los primeros hallazgos del trabajo es que, cuando se aíslan microvasos arteriales de ratones sanos y se exponen a concentraciones crecientes de sDPP-4, se observa un deterioro progresivo de los vasos para relajarse correctamente, lo que indica un deterioro de la funcionalidad vascular que es mayor cuanto más alta es la concentración de sDPP-4. Este deterioro, denominado disfunción endotelial, está en la base de numerosas enfermedades vasculares, como hipertensión o aterosclerosis, y es un marcador temprano de daño vascular.
Además, en el trabajo se pone de manifiesto que la disfunción endotelial inducida por sDPP-4 se debe a la interacción de esta adipoquina con un receptor de la membrana de las células vasculares denominado PARP-2.
«En efecto, la interacción entre sDPP-4 y PARP-2 conduce a la liberación exagerada, por parte de las células vasculares, de una sustancia denominada tromboxano A2, que favorece la contracción de los microvasos en lugar de su relajación», explican los investigadores.
Prevenir el deterioro vascular
El estudio también demuestra que el efecto nocivo de los niveles elevados de sDPP-4 sobre los microvasos arteriales se puede prevenir con un grupo de fármacos que ya se emplean en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2 para normalizar los niveles de glucosa en sangre y que se denominan, en conjunto, inhibidores de la DPP-4.
«Cabe por tanto pensar que este grupo de fármacos podría, no sólo regular la hiperglucemia, sino también presentar un valor añadido de protección cardiovascular en situaciones de diabesidad; si bien son aún necesarios estudios adicionales para comprobar este último punto», concluyen los expertos.
En conjunto, el trabajo identifica a la sDPP-4 como un posible mediador del daño vascular en diabesidad, a la vez que pone de manifiesto posibles beneficios de los fármacos inhibidores de la DPP-4, más allá de la normalización de la glucemia.
El trabajo ha sido desarrollo por el grupo de investigación de los profesores Carlos Sánchez Ferrer y Concha Peiró, del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con el grupo del profesor Juergen Eckel del Deutsches Diabetes-Zentrum de Düsseldorf. Los autores del trabajo son Susana Vallejo, Laura Villalobos, Carlos Sánchez Ferrer y Concha Peiró, por parte de la UAM; junto con Tania Romacho, Nina Wronkowitz, Ira Indrakusuma, Henrike Sell y Juergen Eckel, por parte del DDZ. El estudio se ha publicado en el número de mayo de la revista científica 'Journal of Hypertension'.
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