Fiebre, tos y mocos: segunda oleada de gripe en España en una de sus epidemias más largas

Rara es la familia en la que alguno de sus miembros no anda con fiebre, mocos y tos. España está sufriendo una de las epidemias más prolongadas de gripe que se recuerdan con una segunda ola que se encuentra aún disparada. Y es que tradicionalmente la gripe suele darse a finales de año y tener su punto álgido en enero, pero en esta ocasión parece que el virus sigue circulando cuando ya nos encontramos a la puerta de la primavera.

Ya el año pasado se produjo un repunte a finales de invierno parecido, aunque nada que ver con lo que estamos viviendo estas semanas. La Red de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III cifraba 788 casos por cada 100.000 habitantes enfermos por gripe a finales del pasado mes.

Pese a ello, los virus no son los mismos que el pasado otoño. Este segundo pico de la temporada está predominando la gripe B. Una de las ventajas de la gripe B es que el ser humano es su único reservorio natural y, por ello, su eliminación es más factible a través de la vacunación. Eso sí, la sintomatología de la gripe B y de la gripe A es bastante común, lo que hace bastante indistinguible una de otra salvo que se efectúe una prueba serológica.