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Érase una vez el cáncer: dos reconocidos científicos explican cómo nace, se desarrolla y se vence
DÍA INTERNACIONAL DEL CÁNCER

Érase una vez el cáncer: dos reconocidos científicos explican cómo nace, se desarrolla y se vence

¿Qué nos quieren decir con eso de que todo se debe a una degeneración celular? ¿Por qué algo así puede llevarnos a la muerte? ¿Qué tienen los tratamientos que recibimos para poder cambiar el curso de la vida?

Martes, 4 de febrero 2025, 11:57

El cáncer es inmortal. La ciencia lo sabe gracias a una mujer afroamericana a la que robaron sus células tumorales para la investigación, eran otros tiempos. Sesenta años después de su muerte, las muestras biológicas de Henrietta Lacks siguen reproduciéndose y facilitando miles de investigaciones oncológicas del mundo entero. Pero que sea inmortal no significa que sea invencible. Lo vencen ya, de hecho, el 60% de los pacientes, un porcentaje que varía en función del tipo de tumor que se padezca y el momento en que se detecte. Aunque cáncer sea un término que engloba más de 200 enfermedades completamente distintas, este medio se ha propuesto contar de manera sencilla y rigurosa la vida de una enfermedad tumoral. Desde su nacimiento hasta su final. El Día Mundial del Cáncer, que se conmemora este martes, día 4, nos sirve como justificación.

¿Qué nos quieren decir con eso de que todo se debe a una degeneración celular? ¿Por qué algo así puede llevarnos a la muerte? ¿Qué tienen los tratamientos que recibimos para poder cambiar el curso de la vida? Colaboran en esta misión dos especialistas, que aportan dos visiones complementarias de una misma realidad. El médico Borja López de San Vicente es oncólogo del hospital de Basurto y director de la clínica Lakuna, la única del País Vasco de atención integral al paciente oncológico. El investigador Arkaitz Carracedo es profesor de investigación Ikerbasque en el centro CIC bioGUNE y uno de los científicos del mundo que mejor conocen el metabolismo de la patología tumoral. Érase una vez el cáncer.

HA NACIDO UN TUMOR

Los cánceres se explican del mismo modo que el surgimiento y evolución de la vida en la Tierra. Nuestra existencia es el resultado de una enorme enciclopedia que contiene toda la información genética humana, el ADN.

CÉLULA NORMAL

El cuerpo humano está compuesto por billones de células. De ellas depende la estructura del cuerpo, la absorción de los nutrientes de los alimentos y su conversión en energía.

Citoplasma

NÚCLEO

NÚCLEOLO

Área en el interior del núcleo de una célula que se compone de ARN y proteínas

GEN

CROMOSOMA

HISTONA

NUCLEOSOMA

ADN

El mantenimiento de la vida requiere que la información contenida en todas esas páginas se actualice de manera continua. Para conseguirlo, las células tienen que ir dividiéndose permanentemente. Es la forma que tienen de ir generando otras nuevas, de tal modo que pasados siete o diez años nuestro cuerpo ha renovado por completo su traje celular. Podría decirse que ya no somos los mismos.

DIVISIÓN NORMAL

DE UNA CÉLULA

Un solo nucleolo

DIVISIÓN DE UNA

CÉLULA CON MUTACIÓN

Varios nucléolos y forma irregular del citoplasma

La copia de todo ese material genético resulta, sin embargo, imperfecta. Siempre surgen pequeños y grandes errores, mutaciones que el organismo se ocupa de corregir. Cada célula sabe cuál es su misión y de qué tejido deberá formar parte: hígado, pulmón, corazón... Pero a veces los errores en la fabricación de copias se acumulan y el cuerpo comienza a producir cantidades ingentes de células, que luchan por sobrevivir. De repente, hay tantas que no tienen suficiente oxígeno para todas. Es el nacimiento de un tumor y es lo que explica por qué es diferente la enfermedad de cada paciente.

 

Sucesivas mutaciones

Crecimiento sin control

El sistema genético y la inmunidad disponen de diferentes estrategias para detectar y manejar lesiones tumorales. Cuando detectan alteraciones, las destruyen. Llega, aún así, un momento en que las células cancerígenas aprenden a escapar del control de los guardianes. Su presencia crónica inflama los tejidos y engaña a las defensas, que acaban por darlo por bueno. Pierden eficacia. «Es muy difícil desarrollar un cáncer, pero éste es un proceso que ocurre tantas veces en nuestro organismo –¡millones de ocasiones!– que al final acaba por prosperar», resume Arkaitz Carracedo. Los astros se alinean: ha nacido un cáncer.

NACE EL CÁNCER

La célula se divide

y se multiplica

BROTA UNA

METÁSTASIS

La aparición de un nuevo tejido que crece más rápido de lo debido desconcierta al órgano afectado. Las estructuras vasculares que lo abastecen de sangre, oxígeno y otros nutrientes no dan abasto. En ocasiones ese tumor se las arregla para quedarse donde está, se aclimata a la situación. Es como si el organismo hubiera sido capaz de asimilar como propio ese segundo muro de ladrillos imprevisto que ha levantado para regenerar un tejido. También puede ocurrir que esa lesión se haya detectado con tiempo suficiente para garantizar una actuación clínica eficaz.

CÁNCER

Angiogénesis Crecimiento de vasos sanguíneos nuevos que los tumores necesitan para crecer.

Células cancerígenas

METÁSTASIS

Las células metastásicas se establecen en tejido nuevo.

HA NACIDO UN TUMOR

Los cánceres se explican del mismo modo que el surgimiento y evolución de la vida en la Tierra. Nuestra existencia es el resultado de una enorme enciclopedia que contiene toda la información genética humana, el ADN.

CÉLULA NORMAL

El cuerpo humano está compuesto por billones de células. De ellas depende la estructura del cuerpo, la absorción de los nutrientes de los alimentos y su conversión en energía.

NÚCLEO

Citoplasma

NÚCLEOLO

Área en el interior del núcleo de una célula que se compone de ARN y proteínas

GEN

CROMOSOMA

HISTONA

NUCLEOSOMA

ADN

El mantenimiento de la vida requiere que la información contenida en todas esas páginas se actualice de manera continua. Para conseguirlo, las células tienen que ir dividiéndose permanentemente. Es la forma que tienen de ir generando otras nuevas, de tal modo que pasados siete o diez años nuestro cuerpo ha renovado por completo su traje celular. Podría decirse que ya no somos los mismos.

DIVISIÓN NORMAL

DE UNA CÉLULA

Un solo nucleolo

DIVISIÓN DE UNA

CÉLULA CON MUTACIÓN

Varios nucléolos y forma irregular del citoplasma

La copia de todo ese material genético resulta, sin embargo, imperfecta. Siempre surgen pequeños y grandes errores, mutaciones que el organismo se ocupa de corregir. Cada célula sabe cuál es su misión y de qué tejido deberá formar parte: hígado, pulmón, corazón... Pero a veces los errores en la fabricación de copias se acumulan y el cuerpo comienza a producir cantidades ingentes de células, que luchan por sobrevivir. De repente, hay tantas que no tienen suficiente oxígeno para todas. Es el nacimiento de un tumor y es lo que explica por qué es diferente la enfermedad de cada paciente.

 

Sucesivas mutaciones

Crecimiento sin control

El sistema genético y la inmunidad disponen de diferentes estrategias para detectar y manejar lesiones tumorales. Cuando detectan alteraciones, las destruyen. Llega, aún así, un momento en que las células cancerígenas aprenden a escapar del control de los guardianes. Su presencia crónica inflama los tejidos y engaña a las defensas, que acaban por darlo por bueno. Pierden eficacia. «Es muy difícil desarrollar un cáncer, pero éste es un proceso que ocurre tantas veces en nuestro organismo –¡millones de ocasiones!– que al final acaba por prosperar», resume Arkaitz Carracedo. Los astros se alinean: ha nacido un cáncer.

NACE EL CÁNCER

La célula se divide

y se multiplica

BROTA UNA METÁSTASIS

La aparición de un nuevo tejido que crece más rápido de lo debido desconcierta al órgano afectado. Las estructuras vasculares que lo abastecen de sangre, oxígeno y otros nutrientes no dan abasto. En ocasiones ese tumor se las arregla para quedarse donde está, se aclimata a la situación. Es como si el organismo hubiera sido capaz de asimilar como propio ese segundo muro de ladrillos imprevisto que ha levantado para regenerar un tejido. También puede ocurrir que esa lesión se haya detectado con tiempo suficiente para garantizar una actuación clínica eficaz.

CÁNCER

Angiogénesis Crecimiento de vasos sanguíneos nuevos que los tumores necesitan para crecer.

Células cancerígenas

METÁSTASIS

Las células metastásicas se establecen en tejido nuevo.

HA NACIDO UN TUMOR

Los cánceres se explican del mismo modo que el surgimiento y evolución de la vida en la Tierra. Nuestra existencia es el resultado de una enorme enciclopedia que contiene toda la información genética humana, el ADN.

CÉLULA NORMAL

El cuerpo humano está compuesto por billones de células. De ellas depende la estructura del cuerpo, la absorción de los nutrientes de los alimentos y su conversión en energía.

NÚCLEO

Citoplasma

NÚCLEOLO

Área en el interior del núcleo de una célula que se compone de ARN y proteínas

GEN

HISTONA

NUCLEOSOMA

ADN

CROMOSOMA

El mantenimiento de la vida requiere que la información contenida en todas esas páginas se actualice de manera continua. Para conseguirlo, las células tienen que ir dividiéndose permanentemente. Es la forma que tienen de ir generando otras nuevas, de tal modo que pasados siete o diez años nuestro cuerpo ha renovado por completo su traje celular. Podría decirse que ya no somos los mismos.

Varios nucléolos y forma irregular del citoplasma

Un solo nucleolo

DIVISIÓN NORMAL

DE UNA CÉLULA

DIVISIÓN DE UNA

CÉLULA CON MUTACIÓN

La copia de todo ese material genético resulta, sin embargo, imperfecta. Siempre surgen pequeños y grandes errores, mutaciones que el organismo se ocupa de corregir. Cada célula sabe cuál es su misión y de qué tejido deberá formar parte: hígado, pulmón, corazón... Pero a veces los errores en la fabricación de copias se acumulan y el cuerpo comienza a producir cantidades ingentes de células, que luchan por sobrevivir. De repente, hay tantas que no tienen suficiente oxígeno para todas. Es el nacimiento de un tumor y es lo que explica por qué es diferente la enfermedad de cada paciente.

El sistema genético y la inmunidad disponen de diferentes estrategias para detectar y manejar lesiones tumorales. Cuando detectan alteraciones, las destruyen. Llega, aún así, un momento en que las células cancerígenas aprenden a escapar del control de los guardianes. Su presencia crónica inflama los tejidos y engaña a las defensas, que acaban por darlo por bueno. Pierden eficacia. «Es muy difícil desarrollar un cáncer, pero éste es un proceso que ocurre tantas veces en nuestro organismo –¡millones de ocasiones!– que al final acaba por prosperar», resume Arkaitz Carracedo. Los astros se alinean: ha nacido un cáncer.

Sucesivas mutaciones

Crecimiento sin control

NACE EL CÁNCER

La célula se divide

y se multiplica

BROTA UNA METÁSTASIS

La aparición de un nuevo tejido que crece más rápido de lo debido desconcierta al órgano afectado. Las estructuras vasculares que lo abastecen de sangre, oxígeno y otros nutrientes no dan abasto. En ocasiones ese tumor se las arregla para quedarse donde está, se aclimata a la situación. Es como si el organismo hubiera sido capaz de asimilar como propio ese segundo muro de ladrillos imprevisto que ha levantado para regenerar un tejido. También puede ocurrir que esa lesión se haya detectado con tiempo suficiente para garantizar una actuación clínica eficaz.

CÁNCER

Angiogénesis Crecimiento de vasos sanguíneos nuevos que los tumores necesitan para crecer.

Células cancerígenas

Invasión

METÁSTASIS

Las células metastásicas se establecen en tejido nuevo.

HA NACIDO UN TUMOR

Los cánceres se explican del mismo modo que el surgimiento y evolución de la vida en la Tierra. Nuestra existencia es el resultado de una enorme enciclopedia que contiene toda la información genética humana, el ADN.

CÉLULA NORMAL

El cuerpo humano está compuesto por billones de células. De ellas depende la estructura del cuerpo, la absorción de los nutrientes de los alimentos y su conversión en energía.

Citoplasma

NÚCLEO

NÚCLEOLO

Área en el interior del núcleo de una célula que se compone de ARN y proteínas

HISTONA

CROMOSOMA

GEN

NUCLEOSOMA

ADN

El mantenimiento de la vida requiere que la información contenida en todas esas páginas se actualice de manera continua. Para conseguirlo, las células tienen que ir dividiéndose permanentemente. Es la forma que tienen de ir generando otras nuevas, de tal modo que pasados siete o diez años nuestro cuerpo ha renovado por completo su traje celular. Podría decirse que ya no somos los mismos.

Varios nucléolos y forma irregular del citoplasma

Un solo nucleolo

DIVISIÓN NORMAL

DE UNA CÉLULA

DIVISIÓN DE UNA

CÉLULA CON MUTACIÓN

La copia de todo ese material genético resulta, sin embargo, imperfecta. Siempre surgen pequeños y grandes errores, mutaciones que el organismo se ocupa de corregir. Cada célula sabe cuál es su misión y de qué tejido deberá formar parte: hígado, pulmón, corazón... Pero a veces los errores en la fabricación de copias se acumulan y el cuerpo comienza a producir cantidades ingentes de células, que luchan por sobrevivir. De repente, hay tantas que no tienen suficiente oxígeno para todas. Es el nacimiento de un tumor y es lo que explica por qué es diferente la enfermedad de cada paciente.

El sistema genético y la inmunidad disponen de diferentes estrategias para detectar y manejar lesiones tumorales. Cuando detectan alteraciones, las destruyen. Llega, aún así, un momento en que las células cancerígenas aprenden a escapar del control de los guardianes. Su presencia crónica inflama los tejidos y engaña a las defensas, que acaban por darlo por bueno. Pierden eficacia. «Es muy difícil desarrollar un cáncer, pero éste es un proceso que ocurre tantas veces en nuestro organismo –¡millones de ocasiones!– que al final acaba por prosperar», resume Arkaitz Carracedo. Los astros se alinean: ha nacido un cáncer.

Sucesivas mutaciones

NACE EL CÁNCER

La célula se divide

y se multiplica

BROTA UNA METÁSTASIS

La aparición de un nuevo tejido que crece más rápido de lo debido desconcierta al órgano afectado. Las estructuras vasculares que lo abastecen de sangre, oxígeno y otros nutrientes no dan abasto. En ocasiones ese tumor se las arregla para quedarse donde está, se aclimata a la situación. Es como si el organismo hubiera sido capaz de asimilar como propio ese segundo muro de ladrillos imprevisto que ha levantado para regenerar un tejido. También puede ocurrir que esa lesión se haya detectado con tiempo suficiente para garantizar una actuación clínica eficaz.

CÁNCER

Angiogénesis Crecimiento de vasos sanguíneos nuevos que los tumores necesitan para crecer.

Células cancerígenas

Invasión

METÁSTASIS

LLEGA LA MEDICACIÓN

La primera opción de tratamiento suele ser la cirugía. En ocasiones, los pacientes reciben de manera previa algo de quimioterapia o radioterapia para reducir el volumen de la masa celular y favorecer un mejor resultado quirúrgico. Depende del tipo de cáncer. La mayoría, en cambio, ambas se aplican después del paso por quirófano.

 

TRATAMIENTOS TRADICIONALES

1

CIRUGÍA

Permite la extirpación de un tumor primario (es decir, no expandido).

2

QUIMIOTERAPIA

Fármacos, inyectados por vena o en pastillas, que atacan contra aspectos definitorios del cáncer, como por ejemplo, la alta velocidad a la que se reproducen sus células.

3

RADIOTERAPIA

Irradia contra el tumor ondas o partículas de rayos X, gamma, electrones o protones (protonterapia), que lo destruyen.

La necesidad de lograr un mejor control de los efectos secundarios permitió el desarrollo de los llamados fármacos contra dianas, como los anticuerpos monoclonales, que comenzaron a utilizarse con el cambio de siglo. La revolución contra el cáncer había comenzado. El siguiente paso en la investigación consistió en buscar la manera de reactivar el sistema inmune contra el tumor, nació así la inmunoterapia.

4

FÁRMACOS CONTRA DIANAS

Son auténticos misiles teledirigidos que buscan el rastro dejado por el cáncer y lo borran.

Los nuevos tratamientos no son tan invasivos como los tradicionales y atacan más directamente a las células cancerígenas.

5

INMUNOTERAPIA

Es capaz en muchos casos (no siempre) de despertar las defensas contra las lesiones camufladas por la inflamación celular.

Hay varios tipos de tratamientos de este tipo: Terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T), citocinas, inmunomoduladores o anticuerpos monoclonales

La inmunoterapia busca revertir el sistema de evasión que adquiere el tumor para desarrollarse y escapar de la inmunidad. Los tumores desarrollan un mecanismo para crecer y no ser destruidos por el sistema de defensas. la inmunoterapia lo que hace es quitarles ese disfraz para ser capaz de destruirlos.

ANTICUERPOS MONOCLONALES

El sistema inmunológico produce grandes cantidades de anticuerpos (proteinas) para protegerse de bacterias y otros agentes.

Anticuerpos

Antígenos

Los anticuerpos circulan por todo el cuerpo hasta que encuentran y se adhieren a los antígenos. Una vez unidos, pueden ayudar a que el sistema inmunitario destruya otras células que contienen el antígeno.

 

Los investigadores pueden diseñar anticuerpos que tengan como objetivo a un antígeno concreto, como el que haya en las células cancerosas.

CÉLULAS-T

Estas células (CAR-T) se extraen de la sangre del paciente y se modifican genéticamente en el laboratorio para, mediante ingeniería genética, dirigirlas directametne contra el tumor.

LINFOCITO T DEL PACIENTE

Tipo de célula inmunitaria

CD17

TCR

Modificación genética

CÉLULA CANCERÍGENA

CAR-T

(Anti CD!/)

CD17

DAÑOS COLATERALES

Dos ejemplos permiten entenderlos. La mayoría de los fármacos quimioterápicos actúan contra la vertiginosa capacidad de las células tumorales para reproducirse y expandirse. Problema: no son las únicas células del cuerpo humano que tienen ese talento. Pensemos en lo rápido que crecen el pelo y las uñas.

 

 

La medicina de precisión, que es como se conoce a las terapias dirigidas y la inmunoterapia, evita esta complicación, pero tampoco está exenta de efectos secundarios. Desinhibir el sistema de defensas supone volver al sabueso mucho más activo. A veces, el perro puede actuar contra tejidos sanos y generar inflamación, que se traduce en colitis, diarreas o neumonías, según el órgano dónde se produzca.

 

TERAPIAS

COMPLEMENTARIAS

El cuerpo humano necesita para su buen funcionamiento una alimentación adecuada, ajustada en lo máximo posible al patrón de la dieta mediterránea; la práctica regular de ejercicio físico, bienestar emocional y dormir bien. Ninguna de estas cuatro terapias complementarias permite por sí sola ni juntas superar un cáncer. Sin embargo, crece año a año la evidencia científica sobre la manera en que favorecen la acción de los tratamientos y la necesidad de implementarlas en los protocolos clínicos.

 

SUEÑO

Puede resultar reparador si falta o, si falta, destructor de la vida.

DEPORTE

Un buen estado físico contribuye a mejorar la calidad de vida y la tolerancia y adherencia a los tratamientos.

PSICOTERAPIA

Ayuda a afrontar las situaciones de miedo, incertidumbre y desconsuelo que acompañan al proceso.

ALIMENTACIÓN

Un déficit nutricional favorece un mal pronóstico de la enfermedad.

FISIOTERAPIA

Para el manejo de cicatrices, cuya cura puede ser determinante en la movilidad del paciente.

«Resulta cada vez más necesario que todas estas prácticas se incluyan en la cartera de servicios del sistema público de salud no sólo porque ayudan y está demostrado. Corremos el riesgo de que se conviertan en una parte accesoria fuera del circuito de la medicina oficial, que es muy frágil y muy susceptible a la pseudociencia, mitos y engaños. Dietas mágicas o extremas pueden ser incluso contraproducentes», alertan López de San Vicente y Carracedo .

CINCO AÑOS DESPUÉS

El tiempo que se da por bueno para superar un cáncer es de cinco años. Si pasado ese plazo no quedan restos de la enfermedad, se considera que el mal se ha superado. Aún así, el paciente seguirá acudiendo a controles para evaluar su estado de salud. Después de un cáncer, el riesgo de que se reproduzca o aparezca otro distinto siempre existe.«Si has fumado durante décadas, has sembrado tu cuerpo de inflamación. Quizás hayas superado el cáncer de garganta, pero sigue existiendo el riesgo de que brote en un pulmón», detalla de manera gráfica el oncólogo de Basurto y Lakuna.

Tener que afrontar un cáncer supone que tu sistema de defensas puede ser incapaz de detectar una lesión tumoral. Si encima se cuenta con antecedentes familiares, la posibilidad de un segundo tumor crece aún más. Siempre existe el riesgo de que pueden quedar células durmientes que décadas después, por lo que sea, despierten.

«El cáncer nunca dejará de existir, forma parte de la vida», subraya Arkaitz Carracedo. «El reto es que aparezca lo menos posible y lo detectemos temprano». Una célula se divide, como ocurre en un embrión. La vida se abre paso... Continuará.

LLEGA LA MEDICACIÓN

La primera opción de tratamiento suele ser la cirugía. En ocasiones, los pacientes reciben de manera previa algo de quimioterapia o radioterapia para reducir el volumen de la masa celular y favorecer un mejor resultado quirúrgico. Depende del tipo de cáncer. La mayoría, en cambio, ambas se aplican después del paso por quirófano.

 

TRATAMIENTOS TRADICIONALES

1

CIRUGÍA

Permite la extirpación de un tumor primario (es decir, no expandido).

2

QUIMIOTERAPIA

Fármacos, inyectados por vena o en pastillas, que atacan contra aspectos definitorios del cáncer, como por ejemplo, la alta velocidad a la que se reproducen sus células.

3

RADIOTERAPIA

Irradia contra el tumor ondas o partículas de rayos X, gamma, electrones o protones (protonterapia), que lo destruyen.

La necesidad de lograr un mejor control de los efectos secundarios permitió el desarrollo de los llamados fármacos contra dianas, como los anticuerpos monoclonales, que comenzaron a utilizarse con el cambio de siglo. La revolución contra el cáncer había comenzado. El siguiente paso en la investigación consistió en buscar la manera de reactivar el sistema inmune contra el tumor, nació así la inmunoterapia.

4

FÁRMACOS CONTRA DIANAS

Son auténticos misiles teledirigidos que buscan el rastro dejado por el cáncer y lo borran.

Los nuevos tratamientos no son tan invasivos como los tradicionales y atacan más directamente a las células cancerígenas.

5

INMUNOTERAPIA

Es capaz en muchos casos (no siempre) de despertar las defensas contra las lesiones camufladas por la inflamación celular.

Hay varios tipos de tratamientos de este tipo: Terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T), citocinas, inmunomoduladores o anticuerpos monoclonales

La inmunoterapia busca revertir el sistema de evasión que adquiere el tumor para desarrollarse y escapar de la inmunidad. Los tumores desarrollan un mecanismo para crecer y no ser destruidos por el sistema de defensas. la inmunoterapia lo que hace es quitarles ese disfraz para ser capaz de destruirlos.

ANTICUERPOS MONOCLONALES

El sistema inmunológico produce grandes cantidades de anticuerpos (proteinas) para protegerse de bacterias y otros agentes.

Anticuerpos

Antígenos

Los anticuerpos circulan por todo el cuerpo hasta que encuentran y se adhieren a los antígenos. Una vez unidos, pueden ayudar a que el sistema inmunitario destruya otras células que contienen el antígeno.

 

Los investigadores pueden diseñar anticuerpos que tengan como objetivo a un antígeno concreto, como el que haya en las células cancerosas.

CÉLULAS-T

Estas células (CAR-T) se extraen de la sangre del paciente y se modifican genéticamente en el laboratorio para, mediante ingeniería genética, dirigirlas directametne contra el tumor.

LINFOCITO T DEL PACIENTE

Tipo de célula inmunitaria

CD17

TCR

Modificación genética

CÉLULA CANCERÍGENA

CAR-T

(Anti CD!/)

CD17

DAÑOS COLATERALES

Dos ejemplos permiten entenderlos. La mayoría de los fármacos quimioterápicos actúan contra la vertiginosa capacidad de las células tumorales para reproducirse y expandirse. Problema: no son las únicas células del cuerpo humano que tienen ese talento. Pensemos en lo rápido que crecen el pelo y las uñas.

 

 

La medicina de precisión, que es como se conoce a las terapias dirigidas y la inmunoterapia, evita esta complicación, pero tampoco está exenta de efectos secundarios. Desinhibir el sistema de defensas supone volver al sabueso mucho más activo. A veces, el perro puede actuar contra tejidos sanos y generar inflamación, que se traduce en colitis, diarreas o neumonías, según el órgano dónde se produzca.

 

TERAPIAS

COMPLEMENTARIAS

El cuerpo humano necesita para su buen funcionamiento una alimentación adecuada, ajustada en lo máximo posible al patrón de la dieta mediterránea; la práctica regular de ejercicio físico, bienestar emocional y dormir bien. Ninguna de estas cuatro terapias complementarias permite por sí sola ni juntas superar un cáncer. Sin embargo, crece año a año la evidencia científica sobre la manera en que favorecen la acción de los tratamientos y la necesidad de implementarlas en los protocolos clínicos.

 

SUEÑO

Puede resultar reparador si falta o, si falta, destructor de la vida.

DEPORTE

Un buen estado físico contribuye a mejorar la calidad de vida y la tolerancia y adherencia a los tratamientos.

PSICOTERAPIA

Ayuda a afrontar las situaciones de miedo, incertidumbre y desconsuelo que acompañan al proceso.

ALIMENTACIÓN

Un déficit nutricional favorece un mal pronóstico de la enfermedad.

FISIOTERAPIA

Para el manejo de cicatrices, cuya cura puede ser determinante en la movilidad del paciente.

«Resulta cada vez más necesario que todas estas prácticas se incluyan en la cartera de servicios del sistema público de salud no sólo porque ayudan y está demostrado. Corremos el riesgo de que se conviertan en una parte accesoria fuera del circuito de la medicina oficial, que es muy frágil y muy susceptible a la pseudociencia, mitos y engaños. Dietas mágicas o extremas pueden ser incluso contraproducentes», alertan López de San Vicente y Carracedo .

CINCO AÑOS DESPUÉS

El tiempo que se da por bueno para superar un cáncer es de cinco años. Si pasado ese plazo no quedan restos de la enfermedad, se considera que el mal se ha superado. Aún así, el paciente seguirá acudiendo a controles para evaluar su estado de salud. Después de un cáncer, el riesgo de que se reproduzca o aparezca otro distinto siempre existe.«Si has fumado durante décadas, has sembrado tu cuerpo de inflamación. Quizás hayas superado el cáncer de garganta, pero sigue existiendo el riesgo de que brote en un pulmón», detalla de manera gráfica el oncólogo de Basurto y Lakuna.

Tener que afrontar un cáncer supone que tu sistema de defensas puede ser incapaz de detectar una lesión tumoral. Si encima se cuenta con antecedentes familiares, la posibilidad de un segundo tumor crece aún más. Siempre existe el riesgo de que pueden quedar células durmientes que décadas después, por lo que sea, despierten.

«El cáncer nunca dejará de existir, forma parte de la vida», subraya Arkaitz Carracedo. «El reto es que aparezca lo menos posible y lo detectemos temprano». Una célula se divide, como ocurre en un embrión. La vida se abre paso... Continuará.

LLEGA LA MEDICACIÓN

La primera opción de tratamiento suele ser la cirugía. En ocasiones, los pacientes reciben de manera previa algo de quimioterapia o radioterapia para reducir el volumen de la masa celular y favorecer un mejor resultado quirúrgico. Depende del tipo de cáncer. La mayoría, en cambio, ambas se aplican después del paso por quirófano.

 

TRATAMIENTOS TRADICIONALES

1

CIRUGÍA

Permite la extirpación de un tumor primario (es decir, no expandido).

2

3

QUIMIOTERAPIA

RADIOTERAPIA

Fármacos, inyectados por vena o en pastillas, que atacan contra aspectos definitorios del cáncer, como por ejemplo, la alta velocidad a la que se reproducen sus células.

Irradia contra el tumor ondas o partículas de rayos X, gamma, electrones o protones (protonterapia), que lo destruyen.

La necesidad de lograr un mejor control de los efectos secundarios permitió el desarrollo de los llamados fármacos contra dianas, como los anticuerpos monoclonales, que comenzaron a utilizarse con el cambio de siglo. La revolución contra el cáncer había comenzado. El siguiente paso en la investigación consistió en buscar la manera de reactivar el sistema inmune contra el tumor, nació así la inmunoterapia.

4

FÁRMACOS CONTRA DIANAS

Son auténticos misiles teledirigidos que buscan el rastro dejado por el cáncer y lo borran.

Los nuevos tratamientos no son tan invasivos como los tradicionales y atacan más directamente a las células cancerígenas.

5

INMUNOTERAPIA

Es capaz en muchos casos (no siempre) de despertar las defensas contra las lesiones camufladas por la inflamación celular.

Hay varios tipos de tratamientos de este tipo: Terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T), citocinas, inmunomoduladores o anticuerpos monoclonales

La inmunoterapia busca revertir el sistema de evasión que adquiere el tumor para desarrollarse y escapar de la inmunidad. Los tumores desarrollan un mecanismo para crecer y no ser destruidos por el sistema de defensas. la inmunoterapia lo que hace es quitarles ese disfraz para ser capaz de destruirlos.

Anticuerpos

ANTICUERPOS MONOCLONALES

El sistema inmunológico produce grandes cantidades de anticuerpos (proteinas) para protegerse de bacterias y otros agentes.

Los anticuerpos circulan por todo el cuerpo hasta que encuentran y se adhieren a los antígenos. Una vez unidos, pueden ayudar a que el sistema inmunitario destruya otras células que contienen el antígeno.

 

Antígenos

Los investigadores pueden diseñar anticuerpos que tengan como objetivo a un antígeno concreto, como el que haya en las células cancerosas.

CÉLULAS-T

Estas células (CAR-T) se extraen de la sangre del paciente y se modifican genéticamente en el laboratorio para, mediante ingeniería genética, dirigirlas directametne contra el tumor.

LINFOCITO T DEL PACIENTE

Tipo de célula inmunitaria

CD17

TCR

Modificación genética

CD17

CAR-T

(Anti CD!/)

CÉLULA CANCERÍGENA

DAÑOS COLATERALES

Dos ejemplos permiten entenderlos. La mayoría de los fármacos quimioterápicos actúan contra la vertiginosa capacidad de las células tumorales para reproducirse y expandirse. Problema: no son las únicas células del cuerpo humano que tienen ese talento. Pensemos en lo rápido que crecen el pelo y las uñas.

 

 

La medicina de precisión, que es como se conoce a las terapias dirigidas y la inmunoterapia, evita esta complicación, pero tampoco está exenta de efectos secundarios. Desinhibir el sistema de defensas supone volver al sabueso mucho más activo. A veces, el perro puede actuar contra tejidos sanos y generar inflamación, que se traduce en colitis, diarreas o neumonías, según el órgano dónde se produzca.

 

TERAPIAS COMPLEMENTARIAS

El cuerpo humano necesita para su buen funcionamiento una alimentación adecuada, ajustada en lo máximo posible al patrón de la dieta mediterránea; la práctica regular de ejercicio físico, bienestar emocional y dormir bien. Ninguna de estas cuatro terapias complementarias permite por sí sola ni juntas superar un cáncer. Sin embargo, crece año a año la evidencia científica sobre la manera en que favorecen la acción de los tratamientos y la necesidad de implementarlas en los protocolos clínicos.

 

PSICOTERAPIA

Ayuda a afrontar las situaciones de miedo, incertidumbre y desconsuelo que acompañan al proceso.

SUEÑO

Puede resultar reparador si falta o, si falta, destructor de la vida.

DEPORTE

Un buen estado físico contribuye a mejorar la calidad de vida y la tolerancia y adherencia a los tratamientos.

FISIOTERAPIA

Para el manejo de cicatrices, cuya cura puede ser determinante en la movilidad del paciente.

ALIMENTACIÓN

Un déficit nutricional favorece un mal pronóstico de la enfermedad.

«Resulta cada vez más necesario que todas estas prácticas se incluyan en la cartera de servicios del sistema público de salud no sólo porque ayudan y está demostrado. Corremos el riesgo de que se conviertan en una parte accesoria fuera del circuito de la medicina oficial, que es muy frágil y muy susceptible a la pseudociencia, mitos y engaños. Dietas mágicas o extremas pueden ser incluso contraproducentes», alertan López de San Vicente y Carracedo .

CINCO AÑOS DESPUÉS

El tiempo que se da por bueno para superar un cáncer es de cinco años. Si pasado ese plazo no quedan restos de la enfermedad, se considera que el mal se ha superado. Aún así, el paciente seguirá acudiendo a controles para evaluar su estado de salud. Después de un cáncer, el riesgo de que se reproduzca o aparezca otro distinto siempre existe.«Si has fumado durante décadas, has sembrado tu cuerpo de inflamación. Quizás hayas superado el cáncer de garganta, pero sigue existiendo el riesgo de que brote en un pulmón», detalla de manera gráfica el oncólogo de Basurto y Lakuna.

Tener que afrontar un cáncer supone que tu sistema de defensas puede ser incapaz de detectar una lesión tumoral. Si encima se cuenta con antecedentes familiares, la posibilidad de un segundo tumor crece aún más. Siempre existe el riesgo de que pueden quedar células durmientes que décadas después, por lo que sea, despierten.

«El cáncer nunca dejará de existir, forma parte de la vida», subraya Arkaitz Carracedo. «El reto es que aparezca lo menos posible y lo detectemos temprano». Una célula se divide, como ocurre en un embrión. La vida se abre paso... Continuará.

LLEGA LA MEDICACIÓN

La primera opción de tratamiento suele ser la cirugía. En ocasiones, los pacientes reciben de manera previa algo de quimioterapia o radioterapia para reducir el volumen de la masa celular y favorecer un mejor resultado quirúrgico. Depende del tipo de cáncer. La mayoría, en cambio, ambas se aplican después del paso por quirófano.

 

TRATAMIENTOS TRADICIONALES

1

CIRUGÍA

Permite la extirpación de un tumor primario (es decir, no expandido).

3

RADIOTERAPIA

2

QUIMIOTERAPIA

Irradia contra el tumor ondas o partículas de rayos X, gamma, electrones o protones (protonterapia), que lo destruyen.

Fármacos, inyectados por vena o en pastillas, que atacan contra aspectos definitorios del cáncer, como por ejemplo, la alta velocidad a la que se reproducen sus células.

La necesidad de lograr un mejor control de los efectos secundarios permitió el desarrollo de los llamados fármacos contra dianas, como los anticuerpos monoclonales, que comenzaron a utilizarse con el cambio de siglo. La revolución contra el cáncer había comenzado. El siguiente paso en la investigación consistió en buscar la manera de reactivar el sistema inmune contra el tumor, nació así la inmunoterapia.

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FÁRMACOS CONTRA DIANAS

Son auténticos misiles teledirigidos que buscan el rastro dejado por el cáncer y lo borran.

Los nuevos tratamientos no son tan invasivos como los tradicionales y atacan más directamente a las células cancerígenas.

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INMUNOTERAPIA

Es capaz en muchos casos (no siempre) de despertar las defensas contra las lesiones camufladas por la inflamación celular.

Hay varios tipos de tratamientos de este tipo: Terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T), citocinas, inmunomoduladores o anticuerpos monoclonales

La inmunoterapia busca revertir el sistema de evasión que adquiere el tumor para desarrollarse y escapar de la inmunidad. Los tumores desarrollan un mecanismo para crecer y no ser destruidos por el sistema de defensas. la inmunoterapia lo que hace es quitarles ese disfraz para ser capaz de destruirlos.

ANTICUERPOS MONOCLONALES

El sistema inmunológico produce grandes cantidades de anticuerpos (proteinas) para protegerse de bacterias y otros agentes.

Los investigadores pueden diseñar anticuerpos que tengan como objetivo a un antígeno concreto, como el que haya en las células cancerosas.

Anticuerpos

Los anticuerpos circulan por todo el cuerpo hasta que encuentran y se adhieren a los antígenos. Una vez unidos, pueden ayudar a que el sistema inmunitario destruya otras células que contienen el antígeno.

 

Antígenos

CÉLULAS-T

Estas células (CAR-T) se extraen de la sangre del paciente y se modifican genéticamente en el laboratorio para, mediante ingeniería genética, dirigirlas directametne contra el tumor.

CÉLULA CANCERÍGENA

LINFOCITO T DEL PACIENTE

Tipo de célula inmunitaria

CD17

CD17

TCR

Modificación genética

CAR-T

(Anti CD!/)

DAÑOS COLATERALES

Dos ejemplos permiten entenderlos. La mayoría de los fármacos quimioterápicos actúan contra la vertiginosa capacidad de las células tumorales para reproducirse y expandirse. Problema: no son las únicas células del cuerpo humano que tienen ese talento. Pensemos en lo rápido que crecen el pelo y las uñas.

 

 

La medicina de precisión, que es como se conoce a las terapias dirigidas y la inmunoterapia, evita esta complicación, pero tampoco está exenta de efectos secundarios. Desinhibir el sistema de defensas supone volver al sabueso mucho más activo. A veces, el perro puede actuar contra tejidos sanos y generar inflamación, que se traduce en colitis, diarreas o neumonías, según el órgano dónde se produzca.

 

TERAPIAS COMPLEMENTARIAS

El cuerpo humano necesita para su buen funcionamiento una alimentación adecuada, ajustada en lo máximo posible al patrón de la dieta mediterránea; la práctica regular de ejercicio físico, bienestar emocional y dormir bien. Ninguna de estas cuatro terapias complementarias permite por sí sola ni juntas superar un cáncer. Sin embargo, crece año a año la evidencia científica sobre la manera en que favorecen la acción de los tratamientos y la necesidad de implementarlas en los protocolos clínicos.

 

PSICOTERAPIA

Ayuda a afrontar las situaciones de miedo, incertidumbre y desconsuelo que acompañan al proceso.

SUEÑO

Puede resultar reparador si falta o, si falta, destructor de la vida.

DEPORTE

Un buen estado físico contribuye a mejorar la calidad de vida y la tolerancia y adherencia a los tratamientos.

FISIOTERAPIA

Para el manejo de cicatrices, cuya cura puede ser determinante en la movilidad del paciente.

ALIMENTACIÓN

Un déficit nutricional favorece un mal pronóstico de la enfermedad.

«Resulta cada vez más necesario que todas estas prácticas se incluyan en la cartera de servicios del sistema público de salud no sólo porque ayudan y está demostrado. Corremos el riesgo de que se conviertan en una parte accesoria fuera del circuito de la medicina oficial, que es muy frágil y muy susceptible a la pseudociencia, mitos y engaños. Dietas mágicas o extremas pueden ser incluso contraproducentes», alertan López de San Vicente y Carracedo .

CINCO AÑOS DESPUÉS

El tiempo que se da por bueno para superar un cáncer es de cinco años. Si pasado ese plazo no quedan restos de la enfermedad, se considera que el mal se ha superado. Aún así, el paciente seguirá acudiendo a controles para evaluar su estado de salud. Después de un cáncer, el riesgo de que se reproduzca o aparezca otro distinto siempre existe.«Si has fumado durante décadas, has sembrado tu cuerpo de inflamación. Quizás hayas superado el cáncer de garganta, pero sigue existiendo el riesgo de que brote en un pulmón», detalla de manera gráfica el oncólogo de Basurto y Lakuna.

Tener que afrontar un cáncer supone que tu sistema de defensas puede ser incapaz de detectar una lesión tumoral. Si encima se cuenta con antecedentes familiares, la posibilidad de un segundo tumor crece aún más. Siempre existe el riesgo de que pueden quedar células durmientes que décadas después, por lo que sea, despierten.

«El cáncer nunca dejará de existir, forma parte de la vida», subraya Arkaitz Carracedo. «El reto es que aparezca lo menos posible y lo detectemos temprano». Una célula se divide, como ocurre en un embrión. La vida se abre paso... Continuará.

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elcomercio Érase una vez el cáncer: dos reconocidos científicos explican cómo nace, se desarrolla y se vence