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Oviedo
Jueves, 13 de mayo 2021, 16:20
Al menos un diez por ciento de los contagiados por coronavirus desarrollan covid persistente. Sus síntomas persisten más allá de las 4-12 semanas del contagio por SARS-CoV-2, independientemente de la gravedad de la fase aguda. No se trata de secuelas ... sino de un proceso clínico propio con una presentación frecuentemente fluctuante. Los pacientes sufren brotes incapacitantes para los que no existe una explicación subyacente alternativa.
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La guía elaborada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) enumera tres grandes tipos de pacientes: en los que predomina la afectación del nervio vago y tienen dificultades para tragar, disnea, trastornos digestivos y cardíacos; aquellos con febrícula asociada al cansancio en los que no se descarta «que tengan un reservorio del virus» y pacientes con alteración de la inmunidad y mayor presencia de síntomas neurocognitivos.
El documento aclara la diferencia entre el covid agudo, las secuelas y el persistente. En el primer caso, los síntomas aparecen tras el contagio y duran a lo sumo cuatro semanas; en el segundo, tras una infección grave del virus, que suele necesitar de ingreso hospitalario e incluso UCI, algunos pacientes presentan «síntomas derivados de secuelas posteriores al daño estructural de las complicaciones sufridas».
La covid persistente se trata de un «complejo sintomático multiorgánico» que afectan a pacientes que han pasado el coronavirus y siguen presentado sintomatología tras esas cuatro e incluso 12 semanas con manifestaciones perduran en el tiempo. La astenia, el malestar general, la falta de concentración, los fallos de memoria y distintos síntomas neurológicos, psicológicos y emocionales y del aparato locomotor son los transtornos más habituales en España pero no los únicos.
Mientras las secuelas predominan en los pacientes que han sufrido episodios graves, la existencia de 'long covid' no depende de este factor. El mal puede afectar a personas de cualquier edad, sexo y condición pero en el 50 % de los casos tienen edades comprendidas entre los 36 y 50 años y casi el 80 % son mujeres sin cormorbilidades asociadas previas.
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A pesar de que la población pediátrica no es el grupo poblacional de mayor incidencia ni gravedad en esta pandemia, se están empezando a describir casos de persistencia de síntomas también en esta cohorte de edad: afectación dermatológica, síntomas neurológicos, oftalmológicos y psiquiátricos.
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