¿Cuánto cuestan los test de antígenos en Europa?

El precio de los tests en España, entre los 6 y los 10 euros, es de los más altos de Europa, en donde varios países han liberalizado su venta, una decisión que el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha anunciado que descarta adoptar a pesar del ofrecimiento tanto de la patronal de supermercados como de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución.

Portugal ha recurrido a esta opción el incluso los vende en droguerías a un precio máximo, regulado por el Gobierno, 2,10 euros, muy lejos de los ocho o incluso doce que llegaron a costar en España durante las fiestas. Mercadona puede venderlos allí –lo hace a dos euros- pero no en España. El país permite a sus ciudadanos someterse a cuatro pruebas gratuitas al mes en farmacias o laboratorios.

En la misma línea, los alemanes pueden comprar los test en los supermercados y estos deben costar, a lo sumo, 1,75 euros; también se ofrecen pruebas gratuitas a toda la población, aunque hay que reservar cita en uno de los centros autorizados.

Francia permitió también en diciembre a los supermercados vender las pruebas con la condición de que lo hicieron a precio de coste. Llegaron a costar menos de dos euros aunque el precio máximo regulado es de 6,01 euros. Quienes demuestren estar vacunados pueden acceder a ellos de forma gratuita.

Reino Unido también ofrece los test de antígenos sin coste en farmacias, bibliotecas y centros médicos. A los estudiantes se los entregan incluso en el colegio para que los lleven a casa. Italia, Bélgica o Países Bajos se encuentran en una situación similar a la española, sin precios regulados para el público, aunque en el país transalpino sí han fijado un precio máximo para las pruebas profesionales, que no deben rebasar los 15 euros o los 8 en caso de los niños. Lo mismo ha hecho Grecia, que lo ha limitado a 10 euros, aunque online se pueden adquirir por tres.

El precio en Bélgica en farmacia oscila entre los 5 y 10 euros y en Holanda ronda los 10 euros mientras que en Suiza se sitúa en torno a los ocho, aunque el nivel de renta en ambos países es muy superior al nacional.