¿Qué es la covid 'persistente' y cuáles son sus síntomas?

Por vez primera se ha consensuado una definición de 'covid persistente' en niños, una definición que complementa la propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la condición en adultos.

La información que se publica en «Archives of Disease in Childhood» es relevante ya que, escriben los autores, servirá para evitar restringir el acceso a los servicios que se necesitan. Desde nuestro punto de vista, la decisión de si un niño o joven puede ver a un profesional de la salud, «acceder a cualquier apoyo necesario o ser derivado, investigado o tratado por covid persistente debe ser una decisión compartida que involucre al joven, sus cuidadores y médicos».

Ello ha contribuido a que haya grandes variaciones en la prevalencia estimada de covid prolongado en niños, del 1 % al 51 % en función cuál sea la definición.

Entre un consenso de un grupo de trabajo de 120 expertos internacionales cualificados se concluyó que la definición de esta patología en niños y jóvenes debía recoger estas características:

1. El niño o el joven tiene síntomas (al menos uno de los cuales es un síntoma físico) que han continuado o se han desarrollado después de un diagnóstico de covid-19 (confirmado con una o más pruebas positivas).

2. Estos síntomas afectan a su bienestar físico, mental o social, que están interfiriendo con algún aspecto de la vida diaria (la escuela, el trabajo, el hogar o las relaciones).

3. Persiste durante un mínimo de 12 semanas después de la prueba inicial de covid-19 (incluso si los síntomas han aumentado y disminuido durante ese período).

Son dolencias como palpitaciones, síncopes, taquicardias, problemas de coagulación o dermatológicos, febrícula, escalofríos, anorexia, malestar general, trastornos neurológicos como cefaleas o anosmia, ansiedad, fobias, apatía...

Los expertos explican que el covid persistente es una condición que ocurre en jóvenes con antecedentes de infección confirmada por SARS CoV-2 con al menos un síntoma físico persistente durante un mínimo de 12 semanas, después de las pruebas iniciales que no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo.

Sus síntomas, señalan, tienen un impacto en el funcionamiento diario, pueden continuar o desarrollarse después de la infección por covid-19 y pueden fluctuar o recaer con el tiempo.

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