Alerta alimentaria

Asturias detecta un caso de botulismo tras ingerir tortilla de patatas precocinada

La víctima es un hombre de 53 años, consumió el alimento envasado entre el 19 de junio y el 5 de julio y requirió ingreso en la UCI. La marca Palacios retira del mercado sus productos de tortilla «por precaución» y pide a quien los compró que no los consuma y los devuelva

E. C.

Jueves, 20 de julio 2023, 11:56

El Ministerio de Sanidad ha abierto una investigación al detectar varios casos de botulismo por consumir tortillas precocinadas. En España se han detectado cuatro casos confirmados de botulismo, uno de ellos en Asturias que ha requerido tratamiento en la UCI, otro en ... Valladolid y otro en Galicia. Del caso asturiano se sabe que es de un hombre con 53 años, que ingirió el alimento entre el 19 de junio y el 5 de julio. Además, tres casos están siendo objeto de observación al haber sospechas de que puedan serlo por tener síntomas similares a los ya confirmados. Todos ellos consumieron tortilla de patatas precocinada de diferentes marcas.

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El brote empezó a notificarse el 11 de julio. Ese día Italia informó de que una mujer de 23 años y su padre, de 61, presentaban síntomas de esta enfermedad grave pero infrecuente, y que ambos habían regresado desde Valladolid el 1 de julio, fechando en el 30 de junio el momento en el que consumieron tortilla envasada. Del siguiente caso se tuvo noticia el 14 de julio, en la Comunidad Valenciana, si bien por el momento se lo da como un positivo «probable» en una persona de 43 años que habría iniciado los síntomas el 21 de junio. El mismo 14 de julio la comunidad de Madrid notificó otro en una persona de 49 años que llevaba cuatro días expuesto a la enfermedad.

Grupo Palacios Alimentación ha decidido este jueves retirar de forma voluntaria y «por precaución» sus productos de tortilla de patata envasada, después de que se hayan asociado a varios de los casos de botulismo.

La empresa ha indicado que ha adoptado «todas las medidas necesarias para detectar una posible causa», pese a que las instalaciones de la fábrica en la que se produce el plato, que ha detenido temporalmente su fabricación, han sido inspeccionadas hasta en cuatro ocasiones recibiendo un resultado «favorable» por parte de las autoridades sanitarias.

La Agencia Española de Seguridad Alimentario y Nutrición (AESAN) manifestaba que «al menos en tres de los casos confirmados y en uno de los probables la empresa que elabora las tortillas es la misma. Hasta la fecha no se ha podido establecer una evidencia, ni en los productos ni en los procesos, que relacionen causa efecto. No obstante, se continúan las investigaciones con la colaboración de la empresa de producción».

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La misma Agencia indica que «el grupo Palacios solicita a todas aquellas personas que hayan adquirido alguno de estos productos (Palacios, Chef Select, Auchan, Eroski, Unide, Consum, DIA, Ametller, Condis, El Corte Inglés, Carrefour, Alipende, Grupo IFA y Rikissimo) se abstengan de consumirlo y procedan a su devolución en el punto de venta».

La propia compañía ha subrayado que la seguridad alimentaria es «prioritaria» para el grupo empresarial, que lleva a cabo de manera regular análisis de control. Estos análisis forman parte de los autocontroles que se realizan en la empresa para reforzar la seguridad de sus productos, sin que en ningún caso se haya detectado el patógeno, ni sus toxinas, en ninguno de los productos, reza un comunicado.

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Con todo, Palacios Alimentación, que ha pedido disculpas a sus clientes por las molestias, ha aseverado que está colaborando con las autoridades sanitarias «para aclarar este episodio cuanto antes».

El botulismo se define como una intoxicación producida por la ingestión de alimentos envasados que están en malas condiciones, en especial embutidos y conservas. La toxina botulínica puede producir parálisis respiratoria y muscular. Por eso, desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición se ha trasladado a los servicios de salud pública la necesidad de reforzar la detección precoz en caso de aparición de nuevos casos.

Según explica el Instituto Carlos III de Salud, los síntomas a menudo comienzan con «visión borrosa o doble y dificultad para tragar y hablar». En el botulismo alimentario «también puede haber diarrea y vómitos». Puede causar una parálisis que incluye los brazos, las piernas, el tronco y los músculos respiratorios. «La mayoría de los pacientes se recuperan, pero el período de recuperación puede durar varios meses. La enfermedad puede evolucionar a la muerte en el 5 al 10% de los casos», estima.

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Los síntomas aparecen de forma aguda tras un periodo de incubación habitual de 12 a 36 horas, «aunque a veces puede llegar a ser de varios días y hasta 1 semana tras la ingesta del alimento. Cuanto más corto es el periodo de incubación más grave es la enfermedad y mayor la letalidad».

Desde el año 2015 la vigilancia sobre esta enfermedad ha venido detectando una media de 11 casos al año, siendo Madrid, Castilla y León y Andalucía las comunidades con mayor incidencia. Los informes anuales de la Red de Vigilancia Epidemiológica indican que en Asturias no se habían notificado casos desde 2018, cuando hubo dos afectados. En 2019, eso sí, hubo una alerta al detectarse la presencia de la bacteria en unas latas de atún que se habían distribuido en Asturias entre otras comunidades.

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