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laura Pire
Lunes, 15 de noviembre 2021, 08:29
El caso típico es este: A Pepita le han salido unos valores disparados en un análisis de sangre y además dice que no consigue adelgazar, cuando en su casa se come sanísimo. ¿Nos suena?
Hay alimentos que consumimos muy alegremente porque son sanísimos, sin pensar ... que realmente pueden darnos un aporte excesivo de nutrientes o simplemente, aumentar las calorías del menú diario sin mucho sentido. Por ejemplo: los frutos secos.
Muchas personas cuando tienen hambre entre horas, usan por ejemplo nueces o almendras porque son muy sanas y muy saciantes. Lo que sucede con esto es que si no somos personas deportistas con un gasto extra de calorías al día, suficiente para utilizar como «gasolina» este picoteo tan sano, vamos a engordar. Los alimentos muy sanos, también engordan. Es una obviedad para muchos, pero es una novedad para otros y es importante recordarlo. Alimentos muy sanos que hay que usar con moderación o con un uso concreto.
La fruta, el jamón ibérico, el aceite de oliva virgen extra, los fiambres de alta calidad bajos en grasa, los productos integrales, todos suenan a sano porque son alimentos de calidad nutricional, pero eso no significa que podamos consumirlos a capricho. Sus nutrientes son de alta calidad y cantidad, resultan muy nutritivos y pueden desequilibrar nuestro balance nutricional, cuidadín.
Así que ya los sabemos. Revisad si en vuestra alimentación cotidiana hay algún alimento «bendito» por su calidad, del que podamos estar abusando. Hacer una autoanálisis de nuestra alimentación diaria, funciona para descubrir pequeños fallos que no perjudican.
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