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Jueves, 25 de junio 2015, 10:51
¿Cuántas veces nos hemos preguntado por qué se nos arrugan los dedos, después de mantenerlos bajo el agua durante un buen rato? Siempre se había pensado que este curioso efecto del agua en los dedos era el resultado del paso de líquido por la capa exterior de la piel, pero se ha demostrado que en realidad esto sucede para que podamos agarrar mejor los objetos mojados o los que están debajo del agua.
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La Universidad de Newcastle hizo una comparación con lo que ocurría con el agarre al mojar los neumáticos. El arrugamiento de los dedos en condiciones húmedas podría haber ayudado a nuestros ancestros a conseguir comida de vegetaciones húmedas, cuenta el doctor Tom Smulders, responsable de estas conclusiones. De hecho, el estudio demuestra que si se nos arrugan los dedos de los pies, es posible que corramos mucho mejor, gracias a que los vasos sanguíneos se contraen.
La investigación contó con varios participantes que intentaron agarrar canicas mojadas con los dedos secos y después repitieron la acción con los dedos arrugados, después de haberlos mantenido durante media hora bajo el agua. El resultado fue concluyente: es más fácil coger los objetos mojados con los dedos arrugados.
Después de estos resultados, los investigadores intentan arrojar luz sobre cómo se desarrolla este fenómeno en los animales.
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