Bertino Velasco, sentado a la mesa de su despacho en la fábrica de Capsa, en Granda. FOTOS: PABLO LORENZANA

«Las reivindicaciones de agricultores y ganaderos son justas. Y lo digo yo, ¿eh?»

Bertino Velasco, presidente de Capsa. «Hay poco relevo generacional en el campo. Todos tuvimos un poco de culpa al mandar marchar a los hijos, pero la verdad es que entonces no era muy atractivo y hoy sigue sin serlo»

JOSÉ L. GONZÁLEZ

Lunes, 24 de febrero 2020, 02:54

Bertino Velasco (Folguerúa, 1957) pone fin a trece años al frente de Central Lechera Asturiana, aunque seguirá dos más liderando Capsa. Lo hace dejando a la empresa en cifras récord y con la tranquilidad de haber logrado la paz social. De las elecciones ... saldrá el nuevo presidente.

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-¿Qué balance hace de estos años?

-Lo dividiría en dos partes, hasta 2013 y del 2013 hasta ahora. En la primera etapa hubo una guerra interna bastante fuerte que duró mucho. Se expulsó a doce socios que nos tuvieron secuestrados aquí un día, pero entendí que era una buena época para pasar página. Me propusieron y acepté trabajar para meter a aquellos socios expulsados. Entraron en 2009 y en 2012 estaban de nuevo a las andadas, los mismos, lo cual demostró que no siempre ser bueno es lo mejor.

-¿Y la segunda etapa?

-En 2013 vuelve a haber una división interna y tengo que presentarme a la reelección con parte de la junta rectora en contra. Hubo dos candidaturas más y tuve el gusto de vencerlos a todos. Se ganaron las elecciones, eliminamos a la gente que internamente nos estorbaba, porque, cuando no hay estabilidad y las cosas no se hacen como hay que hacerlas, no van bien. A partir de ahí, y con el nuevo director general, José Armando Tellado, se formó un equipo en Capsa, en la SAT, trabajando todos a una, y el balance no puede ser más positivo.

-¿Qué le pidió a Tellado cuando entró en la empresa?

-Dos cosas: que no se olvidara de que esta empresa era de los ganaderos y que cuando yo me marchara quería dejarla mejor que cuando la cogí.

-¿Está la división superada?

-Así lo veo. No hay razón de ser para ninguna ruptura, porque en la empresa va todo bien.

-Hay elecciones y suena el nombre de Alberto Álvarez.

-Lo tenemos en mente, no tenemos duda, pero tiene que ser oficial.

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-¿Cree que sería un buen presidente?

-Lo será. Es el candidato que tenemos, está decidido hace meses. Creo que no habrá más candidaturas.

-Deja Central Lechera como una de las principales empresas de alimentación de España. ¿Cuál ha sido la clave?

-El trabajo desarrollado desde la dirección de Capsa, que acertó con la forma de llevar al consumidor lo que realmente pide. La diversificación y la internacionalización también ayudaron. Y apostar por la marca.

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-¿Hacia dónde debe ir el futuro de la compañía?

-En los últimos 20 años el consumo de leche bajó un 30%. Seguirá disminuyendo, un poco, porque están entrando nuevos productos, bebidas vegetales que al final quitan cuota. Hay que buscar alternativas. Creemos que el futuro va a ir mucho por los alimentos vinculados a la salud. También pretendemos estar en unos años en el top 5 de mejores queseros de España.

-2018 y 2019 fueron años récord. ¿Cuánto tiempo se puede mantener esa tendencia?

-No se puede crecer todos los años un 6%, pero de momento no renunciamos a nada.

-En ese crecimiento, ¿será clave la internacionalización?

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-Vender fuera es muy difícil. Si en España tienes que competir con Pascual, Puleva, marcas blancas..., en China es que están todos: toda Europa, Nueva Zelanda, EE UU... Todos los grandes productores del mundo, y no es fácil. Aún así, estamos peleando.

-¿Contemplan la fusión con alguna empresa? Ilas tiene experiencia en el ámbito internacional.

-Con Ilas y con mi amigo Paco Rodríguez hablamos muchas veces. Así, medio en broma, ya se lo propusimos, pero no está él muy por la labor (ríe).

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-¿Son justas las reivindicaciones de ganaderos y agricultores de subir los precios?

-Creo que es muy justa, y lo digo yo, ¿eh? A día de hoy, nosotros pagamos la leche tres céntimos y pico por encima del resto. Aún así, el precio de la leche tendría que estar tres céntimos por encima para que el ganadero ganara algo y para que los jóvenes tuvieran interés en quedarse en el campo.

-¿Hay relevo generacional entre los ganaderos?

-Desgraciadamente, poco.

-¿Por qué?

-Todos tuvimos un poco de culpa al mandar marchar a los hijos. Pero la verdad es que entonces no era muy atractivo y sigue sin serlo, a pesar de que yo sigo defendiendo que hoy es un lujo vivir en el campo.

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-Aquí se paga el mejor precio de España, ¿y aún así no da?

-El de Central Lechera sí da.

-¿Qué necesita la ganadería para fomentar ese relevo?

-Hay muchas medidas que se podrían tomar. La primera de ellas eliminar impuestos a los ganaderos y a la gente que vive en los pueblos. Un ganadero no puede pagar de IBI lo mismo que si estuviera en Oviedo. Ni pagar los impuestos sin tener acceso al móvil ni a internet.

-¿Es consciente Asturias de lo que se juega con la PAC?

-Sin lugar a dudas. La gente prefiere que le paguen bien la leche y no tener subvenciones, pero es muy importante mantener las ayudas y ahí los políticos tienen que moverse y hacerlo mejor que cuando entramos en Europa, con las cuotas lecheras y todo aquello.

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-¿Cómo ve la situación de las alas de Asturias?

-El oriente no tiene nada que ver con el occidente, que está mucho más abandonado. Tineo, Ibias, Cangas, Degaña, dejando la costa aparte, que tiene el turismo...

-¿Nota ya el cambio en el paisaje por la despoblación?

-Hace mucho que se nota. Los montes están abandonados, los caminos cerrados. Lo veo en mi pueblo. Por la mayoría de sitios no puedes pasar porque están cerrados los caminos, hay un argayo y nadie lo quita...

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