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La iglesia de Llanos de Soberón, con su texu. FOTOS: PABLO A. MARÍN ESTRADA
Del Puerto a Campomanes por los valles del dios Vindos
HISTORIAS DEL CAMINO DE SANTIAGO

Del Puerto a Campomanes por los valles del dios Vindos

Santuario de la Virgen de Bendueño. Su carácter de lugar sagrado sería anterior al cristianismo y estudiosos de la toponimia local sugieren una etimología con raíz en una divinidad indoeuropea

PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA

Domingo, 15 de mayo 2022, 17:47

Entre quienes hoy emprenden el Camino del Salvador desde tierras leonesas para visitar Oviedo y seguir hacia Santiago, tal vez no todos sepan que esta ruta y el llamado Camino Francés nacieron al mismo tiempo. Su principal impulsor fue el rey Alfonso VI de León, siguiendo la intuición de Sancho III el Mayor de Navarra, para aprovechar la antigua vía romana que comunicaba Burdeos con Astorga. El monarca leonés -fiel, como sus antecesores, a las raíces de su reino en Asturias- 'inauguraría' oficialmente la vía hasta la sede ovetense en marzo de 1075, cuando asistió en la ciudad fundada por Alfonso el Casto a la apertura del Arca Santa de las Reliquias en la Catedral. La nueva ruta no podía tener mejor promoción que aquel acto solemne, un impulso que continuaría luego el rey Alfonso IX. Del éxito de ese itinerario la prueba más palpable es el hospital de peregrinos de Arbas del Puerto fundado por el conde Fruela Díaz en la vertiente sur de Pajares, a comienzos del siglo XII y una centuria después de la iglesia de Santa María. Ese es el último lugar de descanso que el caminante actual se encuentra antes de abandonar el valle del Bernesga para entrar en tierra asturiana por el puerto de Pajares.

«Lo primero que se ve de Asturias, es que no se ve», escribió con humorismo castellano don José Ortega y Gasset, al flanquear ese paso a dos geografías tan diversas cruzando el túnel ferroviario del Negrón. Otro viajero, el veneciano Bartolomeo Santana, de camino a El Salvador y a Compostela, en el mismo punto, contemplando las cumbres de las Ubiñas y el abismo que se abría a sus pies por los valles del Güerna y el Pajares, fue más poético pero no menos elocuente: «O Asturia, bella Asturia, tu sei piu bella e sei piu dura». Un pensamiento similar despertará en la mente de los peregrinos de nuestros días la vista de ese panorama, aunque atenuado en parte con la impresión -no del todo exacta- de que al menos el trayecto discurre cuesta abajo.

La vía histórica nos llevará desde Pajares a San Miguel del Río, con la sencilla y sólida arquitectura de su iglesia, un pequeño fortín contra la nieve, y su texu. Desde allí podemos seguir a Llanos de Somerón, colgada en una de las estribaciones del macizo de las Ubiñas y nombrada durante mucho tiempo por sus famosos 'arbeyos'. También aquí en el campo de su iglesia nos ofrecerá un texu su sombra para descansar en uno de esos raros días de sol pleno. El descenso a Puente los Fierros será como un paseo antes de continuar hacia uno de los enclaves jacobeos de mayor tradición: el santuario de la Virgen de Bendueños. Fundado en el 905 por Alfonso III y su esposa Jimena, su carácter de lugar sagrado podría ser anterior al cristianismo y estudiosos de la toponimia local como Xulio Concepción sugieren una etimología con la raíz en Vindos -una divinidad indoeuropea- que latinizada daría en Vindos Dominus, Vindonnus (el Señor Dios), la misma del Mons Vindius de los astures, citado por Tito Livio y Ptolomeo. El templo actual es del gótico tardío (siglo XVI) y frente a él se levantó una 'casa de novenas', que sirvió de retiro sacerdotal y de hospital de peregrinos, la misma función que hoy cumple el albergue parroquial. En las ventanas de la iglesia hay labradas conchas de Santiago, otro sello de su ligazón al Camino.

De Bendueños, la ruta baja a Campomanes, donde la Capilla del Cristo (siglo XVIII), el Palacio de Revillagigedo, con el recuerdo del hospital jacobeo que albergó, y el puente medieval de Briendes, por el que los romeros cruzaban en su camino al Salvador para avanzar a su destino final en Compostela.

«Hay mucho peregrino de chigre»

José Antonio López Párroco de Campomanes

El sacerdote José Antonio López está al cargo de la parroquia de Campomanes y atiende otras veintidós más en los valles del Huerna y Pajares. Es también un entusiasta divulgador del Camino del Salvador, la histórica ruta jacobea que entra en Asturias por el puerto de Pajares para dirigirse a Oviedo. Durante años peleó para habilitar en el santuario de Bendueños un albergue, que hoy es realidad con gestión parroquial. «Cada año vemos más peregrinos y abundan los extranjeros. Los de verdad vienen por esta vía, desde Santa María de Arbas pasando por Pajares, San Miguel del Río, Llanos de Soberón, Fierros, Herías y Bendueño para bajar a Campomanes. Digo los de verdad porque hay mucho peregrino de chigre: es lo que van visitando en lugar de los santuarios. Nuestro albergue es gratuito, si quieren pueden dejar un donativo pero no les pedimos nada y aquí saben que un platu de lentejes no-yos va faltar ni un sitio donde dormir. Tenemos ocho plazas y lo atiende una chica voluntaria», explica. En pleno Año Santo, espera que aumente el flujo de romeros y señala carencias: «Hace falta mantener la limpieza y los caminos, conservar y reponer la señalización. En Campomanes, el Puente de Biendres está de pena, tapado por los matos y la hiedra, ni se ve. Las administraciones debían implicarse un poco más y no solo en Jacobeo».

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