Investigados los mismos alumnos del colegio de primaria de Granada por un segundo caso de abuso sexual

La noticia fue adelantada este miércoles por Ideal. Según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas a la investigación, en ambos casos los supuestos abusos sexuales se produjeron allá por octubre, posiblemente durante el recreo. La familia de una de ellas, una estudiante de corta edad, presentó una denuncia ante la Policía Nacional una vez tuvo conocimiento del posible ataque. El cuerpo investigó el caso mientras la Fiscalía de Menores pedía los datos de los posibles implicados. En total, fueron identificados tres menores de Primaria, tal y como confirmó el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla. Según indicó, tras una primera denuncia «hace un par de meses» se hicieron las «oportunas indagaciones» y se identificó «a varios presuntos autores».

Fuentes de la delegación de Educación consultadas indican que el centro educativo puso todos los medios a su alcance desde el primer momento y activó los protocolos establecidos. Diversas fuentes precisan que la noticia causó inquietud entre los padres de los alumnos del centro, donde la comunidad educativa extremó la vigilancia. El protocolo de acoso estaba en marcha y los tres supuestos implicados fueron cambiados de centro educativo, cada uno a uno distinto.

En este proceso fue cuando una segunda víctima, también de corta edad, verbalizó lo que parecían abusos sexuales, compatibles con las lesiones detectadas por profesionales sanitarios y forense. Al parecer, se habían producido en octubre, en un periodo temporal cercano a la otra supuesta agresión. Además, había cierta similitud en las lesiones y el testimonio de ambas víctimas, de diferentes edades.

El centro abrió un nuevo procedimiento, pero los menores implicados, presuntamente los mismos, ya habían abandonado el colegio. Este es el castigo máximo que un centro educativo tiene la potestad de imponer -por encima de la expulsión temporal-, no cuenta con más herramientas. En este sentido, de confirmarse que se han producido los abusos y si han sido por parte de niños de Primaria, estos serían inimputables, por tener menos de 14 años. En estos casos, con niños de estas edades, la justicia no es la que actúa. Las medidas corresponden a la entidad social, en este caso, la Junta de Andalucía, que es la encargada de tomar medidas si lo estima oportuno.

Según la noticia adelantada por Ideal, una de las niñas presentaba «irritación y dolor» en la zona vaginal, con una posible rotura del himen. Una pediatra la examinó entonces, pero no encontró heridas ni hematomas, y aconsejó seguir de cerca el caso. Unas semanas después, la menor comenzó a verbalizar lo que parecían abusos sexuales por parte de niños y niñas de Primaria, más mayores que ella.

Ante las alarmantes palabras de la pequeña, la madre la llevó directamente a Urgencias, donde otros profesionales sanitarios la exploraron y remitieron un parte de lesiones al juzgado de guardia. El forense también realizó una exploración esa misma tarde y activó el protocolo judicial.