Acaba de comenzar el nuevo año y uno de los propósitos que quizás más se haya repetido es el de tratar de ser más 'eco friendly' —anglicismo utilizado para definir la necesidad de ser más respetuosos con el medioambiente—. Sin embargo, esta ... es una cuestión tan complicada como tratar de explicar la riqueza del castellano a quienes se empeñan en utilizar extranjerismos.
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Esta creciente preocupación por el medioambiente responde a datos como los ofrecidos por asociaciones ecologistas como Greenpeace, quienes aseguran que los océanos albergan cincuenta millones de toneladas de plástico. Y, si no se varían los hábitos, esta cifra solo irá a peor porque se estima que cada año se vierte al agua entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas, cantidad equivalente a casi un camión de basura por minuto. El 80 por ciento de esta cantidad proviene de tierra firme.
El director de Océanos de Greenpeace en Reino Unido, Will McCallum, explica en su libro 'Deja el plástico', publicado el pasado año, cómo fue el momento en el que su grupo de investigación halló microplásticos en aguas antárticas, a cientos de kilómetros de cualquier asentamiento humano permanente. «Da que pensar que estas aguas heladas, repletas de animales que viven ajenos al ser humano, empiecen a estar contaminadas por el plástico que se produce en la otra punta del mundo», escribe.
Por eso McCallum decidió publicar el libro, para concienciar de que el problema de la contaminación por plástico afecta a todos —humanos o no— y de que todas las personas son corresponsables. «Como individuos podemos cambiar de costumbres, limitar el uso de plástico y ayudar a reducir la cantidad en circulación», argumenta.
Colocar un cubo más en casa para reciclar los plásticos es una buena medida para tratar de revertir que, por ejemplo, el 90 por ciento de las aves marinas pueden ingerir algún producto de este material. Sin embargo, pese a que en 2018 se recicló el el 78,8 por ciento de los envases de plástico, latas y bricks, según los datos de Ecoembes, puede que esta medida no sea suficiente ante la magnitud de los datos.
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La lucha contra el uso masivo de productos plásticos comenzó a hacerse más conocida en España con la obligación de pagar por las bolsas; una medida polémica, pero que no fue tan drástica como la adoptada en Bangladesh, donde se han prohibido tras constatar que el origen de las graves inundaciones de 2002, que dejaron miles de muertos, se encontraba en la obstrucción de los desagües causada por las bolsas de plástico. No ha sido el único país en adoptar esta decisión; por ejemplo, una veintena de países africanos también han vetado las bolsas de menor espesor y menos reutilizables. Y es que, según McCallum, cada año se usan más de 500.000 millones de bolsas de plástico en todo el mundo, cifra equivalente a un millón por minuto.
El Parlamento Europeo ha acordado sumarse a este tipo de medidas en el año 2021, con la entrada en vigor la prohibición de los productos de plástico de un solo uso (platos, vasos, pajitas...).
No obstante, se puede ir más allá y buscar «sustitutos» al plástico en la vida diaria. Los hogares están repletos de productos realizados con este material, pese a que últimamente hayan surgido sustitutivos realizados con productos biodegradables.
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A continuación, te proponemos una lista con algunas recomendaciones para reducir el uso de plástico en tu hogar:
Baño
El baño es una de las zonas del hogar en la que más plástico se almacena; sin embargo, existen productos similares realizados con otro tipo de materiales:
-Envases rellenables. Algunas tiendas disponen de servicios de rellenado.
-Pastillas. Puedes sustituir los botes de gel, champú o jabón de manos por pastillas.
-Esponjas. El plástico que desprenden las esponjas con las que nos duchamos va a terminar con toda seguridad en los mares y océanos. Pero evitarlo es tan fácil como hacerte con una de materiales biodergradables como la lufa.
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-Microesferas. Muchos países ya han prohibido los productos cosméticos que contienen estas partículas fabricadas con plástico de menos de un milímetro, pero resulta importante asegurarse de que las cremas y otros artículos están libres de microesferas.
-Bastoncillos. Todavía recordarás la imagen de un caballito de mar sujetando un bastoncillo de plástico. Para evitar que se repita esta fotografía, utiliza los fabricados con materiales como bambú o papel.
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-Maquillaje: Ya existen marcas que comercializan sus productos en materiales como vidrio o latas.
-Cepillo de dientes: Es recomendable cambiar de cepillo de dientes cada pocos meses. Por ello, la próxima vez que tengas que comprar uno, búscalo de bambú y con cerdas biodegradables.
-Pasta de dientes: Algunas marcas comercializan dentífrico en tarros de vidrio.
-Maquinillas de depilar: Estos productos desechables son realmente difíciles de reciclar, por lo que es una buena opción comprar una de metal con cuchillas intercambiables.
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-Tampones y compresas: Cada mujer utiliza entre 12.000 y 16.000 compresas o tampones a lo largo de su vida. No obstante, se comercializan productos alternativos como la copa menstrual, braguitas menstruales o compresas lavables. Si no te convence ninguna de estas opciones, por supuesto, evita tirar los productos desechables por el inodoro (las toallitas húmedas tampoco pueden tirarse por el váter).
-Papel higiénico: Algunas empresas no utilizan plástico para envolver el papel higiénico.
Cocina
Un poco de planificación te ayudará a reducir el consumo de plástico en la cocina:
-Bolsas de tela: Cada año se usan más de 500.000 millones de bolsas de plástico en todo el mundo. Si te aseguras siempre de llevar una de tela o una mochila en la que guardar la compra, puedes ayudar a reducir esta cifra.
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-Lleva tus propios envases a las tiendas: Puede parecerte un poco raro, pero cada vez es más habitual llevar táperes a la carnicería o pescadería para que te sirvan ahí los productos. De esta forma, evitarás el uso de papel con plástico que tirarás justo después de cocinar los alimentos.
-Tiendas a granel: Existen tiendas en las que puedes comprar productos al peso, evitando el uso de envases desechables y de plástico.
-Botellas: Es aconsejable llevar siempre una botella reutilizable con agua. También existen tazas y termos reutilizables y para llevar.
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-Pajitas: Si no puedes prescindir de las pajitas, hay alternativas a las de plástico, como las de cartón o acero, que se pueden encontrar fácilmente a través de Internet.
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