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E. C.
GIJÓN.
Lunes, 27 de noviembre 2017, 19:51
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera «imprescindible» que las autoridades aclaren el fraude del atún adulterado que ha provocado más de un centenar de intoxicaciones en España y otros países, y que tomen las medidas necesarias para que este tipo de prácticas ... no se repitan.
La OCU se suma así a la petición de la Comisión Europea (CE), que instó ayer a las autoridades españolas a «aclarar con urgencia» las medidas tomadas en el ámbito nacional para hacer frente y detener el fraude del pescado adulterado.
Bruselas subrayó que el atún afectado iba destinado a la industria conservera y recibió un tratamiento que modificó su color para darle un aspecto más fresco -lo que puede llevar a casos serios de intoxicación alimentaria- y venderlo a un precio más elevado.
Según informó la Guardia Civil la semana pasada, las intoxicaciones han afectado a Andalucía, Murcia, Valencia, Cataluña, Aragón, Castilla y León, Madrid y País Vasco, pero también a Alemania, Francia, Italia y Portugal.
En un comunicado, la OCU solicitó que cualquier fraude alimentario se castigue con sanciones y que se publique el nombre de los elaboradores, importadores y establecimientos implicados en él.
La organización de consumidores recordó que las intoxicaciones por atún fresco se originan por su falta de frescura o porque no se ha conservado a la temperatura adecuada. En este caso, se ha recurrido de forma fraudulenta al empleo de sustancias vegetales como la remolacha que colorean de rojo el producto para que parezca más fresco, lo que provoca una presencia de histamina en cantidades elevadas.
La histamina, precisa la OCU, es una sustancia que se produce en el pescado debido al crecimiento de bacterias y que puede producir una intoxicación. Al no oler esta sustancia y al no presentar el atún un color amarillento debido a la coloración artificial, el usuario no puede detectar que se encuentra en mal estado. La histamina no desaparece con la cocción, por lo que el producto sigue produciendo intoxicación, explicó la organización.
Por su parte, Sanidad confirmó que la cifra de intoxicados se eleva a 154 personas en España y en otros países europeos por consumir atún español en malas condiciones y que, al menos 105 casos, están relacionados con productos de la marca almeriense Garciden. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición informó, además, de que a lo largo de 2017 ha gestionado 15 alertas por presencia de altas concentraciones de histamina en el atún.
La Comisión Europea envió una carta a España el 14 de septiembre mostrando su «preocupación» sobre esta situación y requiriendo información acerca de las actuaciones realizadas para hacer frente y detener las malas prácticas en la manipulación del atún. Entre tanto, la Guardia Civil ha investigado a siete personas como presuntos responsables de la intoxicación. El Instituto Armado les imputa un delito contra la salud pública con productos alimenticios, otro de falsedad documental y un delito relativo a los consumidores.
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