Los patronos del mayor centro de investigación contra el cáncer en España posponen el cese de su directora a 2025

En la reunión extraordinaria, aún sin fecha, que se celebrará ya a mediados de enero, Blasco, confirman estas fuentes tendrá que dar explicaciones sobre todas las cuestiones que estos días están apareciendo en los medios de comunicación y sobre lo ocurrido con CNIO Arte.

Esta es la decisión que esta mañana han tomado los representantes del patronato presidida en estos momentos por la secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Eva Ortega-Paíno. Un organismo en el que también están representados el Gabinete de Presidencia del Gobierno, el Ministerio de Sanidad, el CSIC, la Fundación La Caixa, la Fundación Cris y la Fundación BBVA.

En una reunión a puerta cerrada, de forma unánime -según ha podido saber este periódico, el organismo ha decidido tumbar el plan de acción para 2025 propuesto por la actual dirección y ha congelado todas las actividades ligadas a CNIO-Arte. Además, «la dirección científica -en manos de Blasco- y la gerencia tendrán que presentar dos informes con una explicación exhaustiva de la situación tanto laboral como económica del centro».

A fuego lento, así se ha ido cociendo la guerra dentro del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El escándalo estalló la semana pasada tras la investigación del diario ABC. Las pesquisas de este periódico revelaron que el equipo de Blasco se gastó 877.787 euros en la compra de obras de arte y en la contratación de al menos dos personas pertenecientes a la Oficina de Imagen Institucional, área responsable de la actividad del CNIO Arte, una «sucursal» del CNIO que puso en marcha la actual dirección del organismo.

«Este dinero procede de donaciones finalistas que realiza una fundación privada, y de proyectos de colaboración finalistas con entidades públicas como el Instituto Cervantes y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Son cantidades que no pueden ser destinadas a ninguna otra finalidad distinta de CNIO Arte o acciones de CNIO Arte», respondió el departamento de comunicación del centro.

Un día después, los jefes de unidad del centro denunciaron a través de varias misivas destinadas al ministerio de Diana Morant sus precarias condiciones laborales. «Hay total desactualización de los equipos y falta de personal», denunciaron.

En los últimos meses, varios investigadores del CNIO han tenido que continuar sus trabajos en otros centros. «¿Cómo se puede trabajar sin microscopios?», detalla a este periódico una jefa de unidad en el organismo español. Desde hace varios años, el material investigador no se renueva, un hecho que la propia dirección reconoce aunque descarga la responsabilidad en el Gobierno. «No nos han dado las ayudas necesarias», señalaron el pasado viernes.

Los últimos cierres de ejercicios acumulan déficits de 4,5 millones de euros, que «pueden calificarse de estructural», señala el equipo de comunicación de Blasco. Una «situación límite» que ha provocado una «total decadencia del centro», según miembros de la actual plantilla investigadora, que prefieren el anonimato.

Desde la semana pasada, el silencio se ha impuesto en cada una de las salas del CNIO. «Desde que salió la noticia en ABC hay una caza de brujas», señala una investigadora del centro. «Verás las represalias», responde otro. La tensión se ha instalado en el centro español, pero es habitual desde el mandato de Blasco. «Desde 2011 lo dirige con mano de hierro», explica la representación sindical en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.

Según estas fuentes, Blasco controla la dirección científica y también la administrativa. «Ella es la que controla a quién se contrata y a qué dedica el dinero». Esta es una de las cuestiones a las que la actual directora tendrá que responder en las próximas semanas ante el patronato del centro. «Necesitamos una explicación exhaustiva», recalcan a este periódico fuentes presentes en la reunión de los máximos madatarios del CNIO.