El Parque de la Vida de Luarca recreará el laboratorio de Margarita Salas

«Es una eminencia de la ciencia para toda España y queríamos hacerle este espacio museístico que contará con todos los detalles», señala Laria. En total, se destinarán 60 metros cuadrados del parque para crear esta réplica, en la que también estará presente su maestro Severo Ochoa, otro de los «grandes referentes científicos a nivel nacional», puntualiza Laria. El investigador ya cuenta en el museo con una escultura en su memoria instalada hace dos años y realizada por el luarqués Juan Villa.

En el laboratorio ficticio de Salas podrán encontrarse todo tipo de utensilios propios del quehacer de la investigación, como probetas o un microscopio. Sin embargo, habrá una pieza que será recibida con enorme cariño: la última bata con la que la valdesana trabajó en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa hasta que le fallaron las fuerzas. Esta prenda, junto con otros materiales, serán cedidos por su hija, Lucía Viñuela, y podrán disfrutarse en Valdés previsiblemente a partir de Semana Santa.

Además, Laria detalla que dos antiguos laboratorios que en la actualidad ya no están operativos han donado utensilios para ayudar a completar la colección. De hecho, uno de ellos se ubicaba en el propio municipio. En la exposición también se podrán observar útiles de mediados del siglo XIX y del siglo XX muy similares a los que ayudaron al Nobel de Medicina a desarrollar su prolífica carrera.

Para el director del Parque, la clave está en que los más pequeños que suelen frecuentar las instalaciones, a través de las visitas guiadas con los centros escolares, puedan interesarse por la ciencia a través de este nuevo espacio. «Ellos son dos grandes referentes en los que deberían mirarse. Es urgente que se amplíe el horizonte más allá de los futbolistas de turno que tienen ahora mismo», opina.

Su ilusión pasa porque uno de esos jóvenes pueda vivir, por un momento, el torbellino de emociones que él experimentó durante su reciente visita al auténtico laboratorio en Madrid de la valdesana, guiado por la propia Lucía Viñuela. «Mirando aquellas paredes, su mesa y su silla sentí algo muy especial. Mi máximo empeño, en su memoria, será hacer llegar a mis vecinos, a los asturianos adultos y, sobre todo, a los niños ese interés de Margarita Salas por la divulgación». Ahora, ese sueño está a solo unos meses de cumplirse en el concejo del que Salas presumía por el mundo.