El Papa sigue hospitalizado aunque registra una «progresiva mejoría»

Después de desayunar, Jorge Mario Bergoglio, que cumplió 86 años el pasado mes de diciembre, pudo leer algunos periódicos e incluso retomar su trabajo. La Santa Sede aclaró que antes del almuerzo se dirigió a la capilla con que cuenta el apartamento privado destinado al Pontífice, situado en la décima planta del Policlínico Gemelli. En ese pequeño lugar de oración estuvo rezando durante un tiempo y recibió la eucaristía. Durante todo el día fue recibiendo mensajes que le deseaban un pronto restablecimiento por parte de los fieles y de diversos mandatarios, entre ellos el presidente estadounidense Joe Biden.

La mejora de las condiciones de salud del Papa llega después de que anoche fuentes eclesiales especificaran que su situación no era preocupante, aunque el Vaticano reconoció que tendrá que pasarse «algunos días» hospitalizado. De momento se han cancelado todos los eventos de su agenda de este jueves y viernes. La gran incógnita ahora es si logrará recuperarse a tiempo para presidir dentro de tres días la misa del Domingo de Ramos y el resto de celebraciones de la inminente Semana Santa, el período litúrgico más importante para los católicos. Fuentes médicas citadas por los medios locales se mostraron «muy optimistas» y consideraron que «salvo imprevistos» estará presente en la Eucaristía de este domingo.

Aún recibiendo el alta a tiempo, cabe la posibilidad de que Francisco presida las ceremonias de la Pascua pero que sea el decano del Colegio Cardenalicio, el purpurado italiano Giovanni Battista Re, quien se encargue de oficiar la liturgia, evitando así que el Papa permanezca durante mucho tiempo de pie para no agotarle. Los problemas de movilidad que arrastra Bergoglio desde el año pasado por culpa de los fuertes dolores que sufre en una rodilla ya propiciaron que se utilizara esta fórmula durante la Pascua del año pasado y en diversas ceremonias posteriores, como el solemne funeral de Benedicto XVI en enero.