«Mi padre me enseñó que se puede vivir de los sueños. Sigo soñando despierto»

El artista Edgar Plans recogió su Premio de la Cultura con un discurso espontáneo, emocionado y cargado de sincera humildad desde sus primeras palabras a las últimas. El creador de los mundialmente exitosos Animal Heroes comenzaría expresando el placer que le producía «sentirme aquí arropado por tanta gente que ha venido a este acto» y confesando la dificultad para enumerar «la lista interminable» de agradecimientos. Por ello optó por concretarlos en tres destinatarios cruciales en que hoy sea un creador que, como apuntó, viva «del arte y por el arte».

El primero quiso personificarlo en la propia tierra asturiana y su gente, ya que a pesar de haber nacido en Madrid «casi por accidente, desde el principio me sentí aquí como uno más» y afirmó que en el Principado «se respira un ambiente y un carisma mágicos para el arte y los creadores. Dentro de las montañas que nos arropan como frontera esta provincia tiene un germen y un espíritu distinto al de los demás». Siendo uno de nuestros artistas más internacionales, desveló que «siempre que viajo al extranjero me doy cuenta de que necesito estar aquí para crear en ese ambiente mágico y ser querido por la gente que te rodea». Y, en ese punto, revelaría en pinceladas tan limpias como las de sus diseños su rutina cotidiana: «Me gusta andar en bici, trabajar, saludar por la calle a todo el mundo. Aquí se hace todo en un ambiente familiar y por eso estoy muy bien».

En segundo lugar manifestó su gratitud a EL COMERCIO por el premio, recordando que «desde que soy pequeño he trasteado por la redacción cuando iba con mi padre (el escritor Juan José Plans) a entregar sus artículos» y también que en nuestro diario hizo sus «primeros pinitos como ilustrador, algo que agradezco sinceramente aunque no sé si eran unos dibujos al nivel del periódico, os pido perdón si no os gustaron de aquella», declararía.

Finalmente agradeció el apoyo de su familia a su trabajo como artista «saben que si estoy lejos de mi estudio estoy molesto e irritable, siento que me falta algo y me dicen siempre: 'Anda, vete a pintar y déjanos tranquilos'», señaló con humor. En ese ámbito reservaría un capítulo especial para su padre: «Me enseñó en su día que se puede vivir de tus sueños, el mío era pintar y gracias a él sigo soñado despierto. Va por ti también», finalizaría, visiblemente emocionado.