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Lesly González «Esta ley permite que se tome conciencia sobre nuestros dolores; las mujeres no somos máquinas» JOAQUÍN PAÑEDA
Las mujeres marcan sus reglas

Las mujeres marcan sus reglas

Dolor menstrual. La nueva normativa sobre el aborto suscita sorpresa y enfado, pero también aplausos y búsqueda de la normalización

Domingo, 22 de mayo 2022, 01:29

La aprobación por parte del Consejo de Ministros de la reforma de la ley del aborto, en la que se contemplan nuevos derechos, ha causado «sorpresa» en el ámbito médico, especialmente en aspectos que, aseguran, «llevan años aplicándose». Uno de los más llamativos, el derecho a baja laboral al que podrán acogerse las mujeres con menstruación discapacitante secundaria.

Entre las mujeres hay un amplio abanico de opiniones. «Se me dibujó una sonrisa en la cara cuando vi que el Gobierno hablaba, por fin, de salud menstrual», asegura la gijonesa Kristina Rodríguez. Ella nunca tuvo que parar su vida por la menstruación, pero reconoce que siempre la sobrellevó con ibuprofeno. «Quizá el error esté ahí, en normalizar que tengamos que tomar antiinflamatorios para sobrellevar el día a día. Nuestro cuerpo necesitaría poder descansar, pero en la sociedad en la que estamos parece que el motivo es que somos perezosas», se queja.

Ella cree, además, que, muchas veces, el agotamiento «también es emocional» y recuerda que, ya en la antigüedad, «las mujeres se iban a descansar cuando tenían la regla».

Pamela Fernández, sin embargo, cree que esta ley es «demagógica porque, ya antes, si tenías reglas dolorosas, te daban la baja como dolor abdominal». En su caso, más de una vez sufrió contracciones y «acabé teniendo que ir a urgencias», señala. «Nunca me pusieron pegas ni en el trabajo ni en el médico». Por eso, esta asturiana, de El Entrego, cree que «no deberían centrarse en el dolor, sino en que hay mucha gente que sufre endometriosis u ovario poliquístico como yo. Si nos mirasen más a fondo y no espaciaran tanto las consultas, podríamos solucionarlo».

Diana Camafeita «Si hay un contexto social que no es favorable a cómo se vive, es muy difícil que pidas la baja y te la concedan»

Educar

Noelia Ordieres, trabajadora de 36 años, reconoce que «he sufrido mucho en este sentido; pasé temporadas muy mal». Por eso está encantada de que la reforma legislativa contemple este aspecto. «Es una forma de poner encima de la mesa las cuestiones sexuales y reproductivas de la mujer, que siguen siendo tabú».

A su juicio, «esta medida significa que el Estado protege el sufrimiento de muchas mujeres». Ordieres se pregunta: «¿Quién juzga nuestro dolor?» Su respuesta es tajante: «Es necesario educar a la sociedad».

Algunas mujeres como Mayte García Huergo y Diana Camafeita han sufrido operaciones complicadas; antes de ellas, los dolores fueron, en ocasiones, casi insoportables. En cambio, sus puntos de vista, son muy diferentes.

Mayte García, de 51 años, fue operada de endometriosis (una enfermedad benigna que afecta a las mujeres durante su vida reproductiva, y que ocurre cuando las células crecen por fuera del útero). «Tenía unas reglas horrorosas». De hecho, hubo de someterse a esta intervención en dos ocasiones.

«Considero que te pueden dar la baja como se hace ante cualquier otro problema médico que se pueda padecer. No veo bien que se intente diferenciar. Si un hombre tiene un problema de dolor de testículos, se le intenta aliviar el dolor, pues con las mujeres ha de ocurrir lo mismo».

Esta profesional que trabaja en un hospital no cree que hablar de la regla hoy en día «sea un tema tabú», aunque sí insiste en que «no vas por ahí diciendo que tienes dolores menstruales fuertes».

Kristina Rodríguez «Se me dibujó una sonrisa en la cara cuando vi que el Gobierno hablaba, por fin, de salud menstrual»

Ella no ve que exista un problema a la hora de dar la baja a las mujeres que padecen estos dolores menstruales. «Yo, por ejemplo, sufro de migrañas y si hay momentos en los que lo necesito, cojo la baja. Pues esto es lo mismo». Mayte García dice que lo que está claro es que «el debate está en la calle».

Diana Camafeita, de 47 años, sufrió el dolor y cierta incomprensión por una situación que «se normaliza pero que es importante poner sobre la mesa». Ella, tras padecer muchos problemas, se vio obligada a someterse a una histerectomía (cirugía que consiste en extirpar el útero). «Recuerdo los dos años terribles en los que no paraba de sangrar y desde que no tengo útero tengo que reconocer que disfruto de una vida mejor».

Camafeita se lamenta de que «yo sufrí desarreglos hormonales y no me dieron la baja», por eso, reclama que «por parte de los hombres exista una parte de escucha». Así es que, a su juicio, la reforma de la ley contribuirá a que se hable de este tema, haya un debate y la sociedad se implique. «Si hay un contexto social que no es favorable a cómo se vive, es muy difícil que pidas la baja y que te la concedan». Por ello, se alegra de que se ponga el asunto «sobre la mesa porque es un problema contextual».

Camafeita incide en que llega un momento en el que el dolor fuerte de la regla «se normaliza. Por un lado, las mujeres tiramos con esos dolores porque entendemos que ha de ser normal, pero, además, en el ámbito médico se normaliza el dolor y entonces es cuando te sientes incomprendida». Además, matiza que «los dolores fuertes de la regla son mucho más comunes de lo que pensamos».

Opiniones diversas en las que, mayoritariamente, se concluye que, «al menos, esta ley permite que se tome conciencia sobre nuestros dolores porque las mujeres no somos máquinas. Esto es muy positivo para la sociedad femenina», dice la gijonesa Lesly González.

Noelia Ordieres «¿Quién juzga nuestro dolor? Hay que educar a la sociedad. Las cuestiones sexuales de la mujer son aún tabú»

Evitar el dolor

«Estamos hablando de dolor y un médico siempre intenta regularlo de alguna manera», matiza el ginecólogo Javier Arenas, opinión que comparte su homólogo Ángel Martínez: «Los médicos no hablamos de mujeres con dolor a las que intentamos aliviar, sino de personas, no es un trato especial, estamos para evitar o disminuir las dolencias, en general».

Martínez apunta que en el mundo occidental los dolores fuertes de la regla son la primera causa de absentismo laboral en las mujeres. «Otra cosa es que lo sean de baja laboral». Además, añade, «es algo que afecta mucho a las mujeres; tanto, que acaban integrándolo en su vida y los médicos somos conscientes de esto».

También se muestra sorprendido Arenas de que este aspecto se integre en la reforma legislativa. La denominada dismenorrea es «tan antigua como la historia. Nosotros intentamos una clasificación de ella en función de nuestros conocimientos: puede ser primaria o secundaria. A la primaria no le encontramos la causa, es una enfermedad que puede tardarse años en ver; en la secundaria hay una causa evidente, con una patología clara en la que priman los dolores fuertes; es un clásico».

La matrona Inmaculada Fernández afirma que «esto ya estaba contemplado y a las afectadas se les daba la baja, no me parece que sea ninguna novedad porque si tienes algo que te invalida, está claro lo que hace un médico. Tampoco entiende esta inclusión legislativa el doctor Pedro de la Fuente, que recuerda que «se ha contemplado desde siempre esta dolencia, sobre todo porque valoramos que hay una causa detrás que hay que tratar. Creo que se trata más de cuestiones políticas que médicas».

Por su parte, Beatriz Duplá, presidenta de la Asociación de Ginecología del Principado, considera que a los médicos «no nos va a cambiar nada» y añade que «la ciencia va por un lado y la legislación por otro», ya que la realidad es que «a cualquier persona que tiene un dolor y va a consulta, se le da la baja si lo precisa».

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