Efectivos de la Junta de Castilla y León localizaron los cuerpos en una estrecha cavidad a 33 metros de profundidad. JCYL

Hallan muertos a la osa que se despeñó por salvar a su cría y a los dos oseznos desaparecidos

Los restos de los tres animales se encontraban en una sima vertical a 33 metros de profundidad en la Montaña Palentina

P. Pérez

Gijón

Domingo, 4 de septiembre 2022, 10:18

Triste final para la osa que salvó a su cría del ataque de un macho en la Montaña Palentina, limítrofe con los Picos de Europa, y que terminó cayendo desde unas rocas. Efectivos de la Junta de Castilla y León han hallado los restos de la hembra junto a dos oseznos (el cachorro atacado y un segundo animal al que se le había perdido la pista días previos al despeñamiento). Los tres cadáveres se encontraban en una sima vertical de 33 metros de profundidad y con un estrechamiento inicial inferior a los 50 centímetros.

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Los cuerpos de estos ejemplares han sido trasladados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, donde en los próximos días se realizarán las necropsias. Allí analizarán el material genético para confirmar el parentesco de los oseznos, aunque todo apunta a que se ambas crías serían de la osa también fallecida. En los trabajos de localización de los animales han participado agentes medioambientales y celadores de Medio Ambiente del Grupo de Intervención en Altura (GRIA) de los Servicios Territoriales de León y Palencia, junto con personal de las Patrullas Oso de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, y con la colaboración de la Fundación Oso Pardo y de la cuadrilla de mantenimiento del parque natural de la Montaña Palentina.

Fueron los agentes medioambientales y celadores de medio ambiente pertenecientes al GRIA los que descendieron al interior de la sima. Las labores de búsqueda de los animales comenzaron desde que se registraran las imágenes del despeñamiento, la tarde del pasado 5 de junio. Durante las primeras horas del día 6 se pudo localizar al macho muerto próximo al lugar de la caída. Días después, los agentes dieron con la osa y el osezno, que se encontraban con vida en el interior de la cueva, a una distancia horizontal de unos 15 metros de la entrada de la osera. Al observar ambos ejemplares seguían con vida, se aportó comida y agua en la cueva para ayudar en la recuperación de los animales con la mínima intervención.

Sin embargo, después de estar varias jornadas sin tener noticias de madre e hijo, se realizó una prospección remota del interior de la cavidad mediante videoscopio, así como con un dron de inspección de interiores. Pero tampoco se logró obtener registros visuales ni de la osa ni del osezno.

Las primeras imágenes del osezno protegido por su madre ante el ataque de un macho JCYL

Debido a las características de esta zona de la Montaña Palentina —se trata de un complejo kárstico en una formación caliza—, no se podía descartar que, aunque no se tuvieran nuevas imágenes de la osa y del osezno, ambos permanecieran en el interior de la cueva en otras cavidades o simas no exploradas. La cueva donde se localizaron inicialmente a los dos ejemplares consta de numerosas galerías y pozos totalmente inaccesibles.

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Otra osa con su cría

Se da la circunstancia de que una segunda osa y su cría han permanecido hasta fechas recientes muy cerca de la cavidad en la que se refugiaron los animales atacados. Es por ello que los efectivos de la comunidad vecina vigilaban la osera a cierta distancia y realizaban una monitorización continua mediante cámaras de fototrampeo y de vigilancia en tiempo real. No fue hasta que la otra osa y su osezno abandonaron la zona cuando pudieron realizar una revisión más exhaustiva de la cueva con personal especializado, con seguridad y sin generar molestias a la hembra.

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