La sangrienta detención de 'Milhombres' en Cimavilla

No lo sabían los gijoneses de hace 125 años, pero el suceso que acababa de ocurrir, en plenos carnavales, era tan solo el inicio de una larga historia. Fue en la calle del Rosario, barrio de Cimadevilla; al protagonista lo llamaban 'Milhombres'. En la pila bautismal, Marcelino Rodríguez. Había agredido Rodríguez a su mujer y a su suegra a golpes de arma blanca cuando se personó la guardia municipal y, henchido de ira, la emprendió contra los agentes. «Sacó una navaja», contamos desde EL COMERCIO, «y acometió al guardia, cortándole dos dedos de una mano; obligado el agente de la autoridad a defenderse, desenvainó el sable, entablándose entonces una lucha en la que el arma del guardia se rompió en dos pedazos». Siguieron tiros, persecuciones y, finalmente, a la altura del Muelle, el 'Milhombres' se entregó. A él, y a sus víctimas, les curaron en el mismo hospital. Fue el suceso más sonado aquel día, pero vendrían más. En los años venideros, el hermano y el sobrino del 'Milhombres', apodados 'Los Chorines' (el grande y el chico) teñirían de luto la ciudad. Tristes destinos.