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Nils Wollman, autor del robo.
El robo por 'avariosis' de las joyas de Covadonga
1923. Hace 100 años

El robo por 'avariosis' de las joyas de Covadonga

Lunes, 11 de diciembre 2023, 01:07

Denuncia Dionisio Peón que, yendo hacia su casa, montado en un caballo, y a la altura del alto de Caldones, un individuo desconocido «le dio un garrotazo por la espalda, ensañándose en él».

El matador de toros llegó ayer a la ciudad para apadrinar al «hijo de un conocido industrial de esta plaza, gran aficionado a las cosas del toreo e íntimo amigo de Paquito».

... debe ser suave, según reza un anuncio de Felipe II, «porque el verdadero brandy se hace con el tiempo, y el tiempo también es suavidad».

«El PGOU de Gijón será aprobado el próximo lunes». Acaba de ser retocado ligeramente para aumentar la protección de los terrenos de la costa Este.

Fue la noticia del mes: en Covadonga, alguien había forzado la puerta de la Casa Capitular y arrancado «a viva fuerza, a puño limpio, con empuje salvaje» las coronas de la Virgen de su base. La hora, sobre las seis de la tarde. No se sabía más. Primero se creyó que los ladrones -siempre en plural- habían huido 'ipso facto' de Asturias, a bordo de un coche al que se vio a la medianoche atravesar Colombres. No eran ellos. El ladrón no había salido de Cangas de Onís, donde se alojaba en el hotel Santa Cruz. Nils Wollman, alemán, llamaba la atención con sus 1,85 metros de puro músculo, pelo dorado, ojos glaucos y una 'enfermedad' tan psicológica como histórica: la «avariosis». Así lo defendió, cuatro meses después, su abogado, quien dijo que Nils había obrado «en un arrebato de enajenación mental» producida por «la excitación nerviosa que sufre desde que tomó parte en la guerra europea». Las joyas robadas por el 'avaro patológico' se pudieron recuperar, enterradas a la orilla del Pigüeña, y a Wollman le cayeron seis años de trena, de los que cumplió dos. Y aquí paz y después, gloria.

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