La autovía que fagocitó el valle y la iglesia de Leorio

La iglesia de Leorio tenía los días contados. Desde hacía años era una ruina, y ahora, con la autovía, se firmaba su certificado de defunción. Nos lo contaba Andrés Avelino Cabranes. «La iglesia es, en la actualidad, una pared», pero «se trata de un patrimonio muy importante, como la casa de los Menéndez Morán». El inminente anuncio de Fomento sobre las futuras expropiaciones para la construcción de la autovía causaba pánico. Los de Leorio temían que aquello dividiera el valle y, con ello, también la iglesia. En el plano proporcionado por los técnicos se confundía, además, «la iglesia de Santa María con una casa semiderruida ubicada en una propiedad privada próxima a lo que queda del templo» . No iban muy desencaminados con respecto al futuro. «Nos van a expropiar casi la mitad de la finca», nos decía otro vecino, Roberto Menéndez. «De hecho, tenemos en ella una casa en ruinas que íbamos a reconstruir. Ahora ya no, porque no queremos tener encima una autovía». «Destruirá mi casa», afirmaba sobre la vía Eugenio de la Fuente. «No quiero ni verla». Pero ya era demasiado tarde.