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Consenso, según la definición del diccionario de la Real Academia, es un «acuerdo producido por consentimiento entre todos los miembros de un grupo o entre varios grupos». El valor más importante de la Transición fue, precisamente, el aprendizaje activo y conjunto de la democracia y, ... en particular, comprender la importancia del consenso, de la negociación y del diálogo; principios que están en el origen de nuestro Estatuto de Autonomía, unos principios rectores que no deberíamos olvidar nunca en política. Nuestra Norma Institucional Básica, instrumento jurídico vital para organizar la Comunidad Autónoma, fue el fruto de ese indispensable consenso político, pero también, hay que admitirlo, de una labor técnica de altísimo nivel.
Todos aquellos hechos históricos de aproximaciones y desencuentros culminaron con la entrada en vigor, el 31 de enero de 1982, de la Ley orgánica 7/1981, de 30 de diciembre. Estamos, por tanto, en vísperas de una efeméride histórica para la sociedad asturiana. Un proceso que, recordaremos, comenzó el 11 de octubre de 1977, cuando la Asamblea de Parlamentarios, reunida en la Diputación Provincial (el palacio que hoy es sede de la Junta General) acordó iniciar las negociaciones con el Gobierno para dotar a Asturias de un régimen autonómico. Pues bien, desde la primera reunión, la búsqueda del imprescindible consenso fue el gran objetivo, que finalmente se logró el 12 de abril de 1980, cuando la sesión de la Asamblea Redactora del Proyecto de Estatuto de Autonomía aprobó el Estatuto para después, el 21 del mismo mes, hacer entrega del proyecto a la Mesa del Congreso de los Diputados para su tramitación.
Quiero destacar en estas páginas del diario EL COMERCIO, en las que amablemente se me invita a participar para conmemorar el 40º aniversario del Estatuto de Autonomía, que merece la pena valorar y hacer un merecido reconocimiento de las bondades de nuestra norma institucional básica. A todas luces, es evidente que merece un gran aplauso el trabajo desarrollado para la gestación del Estatuto. Principalmente, por cómo fueron capaces de alcanzar el acuerdo, pese a las diferencias políticas que les separaban, en la conocida como 'Comisión de los Ocho': Francisco Sosa Wagner y Bernardo Fernández, designados por el PSOE; Juan Bautista Fernández Hidalgo y Juan Casero Lambás, por UCD; Francisco Bastida Freijedo e Ignacio de Otto (fallecido), a propuesta del PCA, y Juan Luis de la Vallina Velarde (fallecido) y José Manuel Riesco Morán.
Creo que es justo reconocer y poner en valor su trabajo. Ellos fueron conscientes de que la única forma posible de que Asturias saliera de su letargo, de su estado de postración secular, era accediendo al autogobierno. Gracias a su esfuerzo hoy todos los asturianos gozamos de ese autogobierno, hoy sabemos compartir y avanzar juntos, al menos, ellos nos mostraron el camino para hacerlo. Yo me siento profundamente orgulloso de pertenecer al partido político de alguno de ellos, de alguno de nuestros Padres de la Autonomía.
Soy de los que piensan que es muy importante conocer nuestra historia, para dar pasos firmes hacía el futuro es necesario, imprescindible diría yo, conocer de dónde venimos. En este sentido, quiero destacar que la Junta General se ha volcado en la organización de actos para poner en valor el Estatuto, porque consideramos que todo lo que hagamos será poco para ensalzar nuestra Norma Básica. Así, dentro del Espacio Fundamentos, el foro de debate promovido por la Junta General y la Universidad de Oviedo, el Parlamento de todos los asturianos y asturianas ha acogido dos actos conmemorativos del 40º aniversario del Estatuto. En la primera jornada, con conferencias de Francisco Bastida, Marc Carrillo y Bernardo Fernández y, en la segunda, con sendas conferencias de los presidentes del Principado Adrián Barbón, Pedro de Silva, Juan Luis Rodríguez-Vigil y Antonio Trevín. Además, estamos mostrando las actas del proceso de negociación autonómico, documentos de gran valor histórico.
Muchas son las ventajas que nos ha aportado la aprobación de nuestro Estatuto. Desde la pluralidad y diversidad que ofrece nuestro territorio, a pesar de ser una comunidad autónoma uniprovincial, el Estatuto nos ha permitido construir una identidad común, una identidad que nos define histórica y culturalmente, una identidad respetuosa con nuestros orígenes y orgullosa de compartir valores universales como nuestro patrimonio histórico, artístico y natural. Nuestro Estatuto ha permitido que, tras el traspaso de competencias y con la vista puesta siempre en los principios de eficacia, coordinación y cooperación, la gestión administrativa y la prestación de servicios por parte de nuestra Administración Autonómica, no sufriera nunca un retorno respecto a época anteriores sino todo lo contrario, convirtiéndose en un referente, fundamentalmente, en sanidad, educación y políticas sociales.
En cuanto a la conveniencia de abordar una reforma estatutaria, tras 40 años es lógico que se abran nuevas perspectivas y que se generen nuevos debates. Nuestro Estatuto de Autonomía es una gran obra social y como tal, por perfecta que la creamos, está inacabada pues tiene que ir adaptándose a los inevitables cambios sociales. Creo que esta norma es susceptible de analizar y valorar si hay asuntos que se pueden cambiar o actualizar y, en este sentido, no debe suscitar temor revisarla. Ahora bien, debemos ser conscientes que a medida que los partidos políticos se radicalizan dejan de interesarse por la reforma del Estatuto, saben que sus proyectos exigen un Estatuto distinto y que no tienen cabida en un estatuto reformado.
En un momento como este, marcado por la crisis sobrevenida por la pandemia, sin duda una de las crisis más graves desde que existe nuestra autonomía, una crisis que ha castigado, y continúa haciéndolo, a nuestra ciudadanía, es fundamental dejar a un lado el radicalismo. Necesitamos espíritu constructivo y progresista para afianzar los logros alcanzados y, también, para alcanzar nuevas pretensiones, siempre con nuestro Estatuto de Autonomía, y si para ello es necesario someterlo a alguna reforma, bienvenida sea.
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