Estas son las mejores cremas de sol del mercado, según la OCU

Para el análisis se han seleccionado las marcas más comunes de venta en supermercados, perfumerías, farmacias y parafarmacias. Además, se han tenido en cuenta diferentes formatos, tanto lociones como pulverizadores o espráis.

Para poder comparar y valorar cada producto, todos ellos fueron sometidos a pruebas en el laboratorio, así como a pruebas prácticas de uso y a una evaluación de ingredientes, etiquetado y de varios aspectos de su impacto ambiental.

Los criterios que se han tenido en cuenta son:

1. Determinación del SPF (factor de protección solar, que indica el nivel de protección frente a rayos UVB).

2. Determinación del UVA-PF (factor de protección frente a rayos UVA).

3. Pruebas de uso. Se trata de un test «a ciegas» con 30 voluntarios que explican su opinión sobre la comodidad del envase, la facilidad de extensión, el color que deja en la piel, la rapidez de absorción, el tacto o el perfume.

4. Etiquetado y composición. Se verifica si aparecen las advertencias de uso obligatorias, como «no permanecer mucho rato al sol», «mantener a los bebés y niños fuera de la luz solar directa» o «la exposición excesiva al sol es un peligro importante para la salud». Tampoco pueden faltar las instrucciones de empleo.

5. El impacto ambiental de los ingredientes, como los filtros solares o si contiene microplásticos.

6. El impacto ambiental del envase. Aquí se valora el aprovechamiento o pérdida de producto, los materiales principales que lo componen, si añade un envase secundario y, por último, la ratio envase-producto.

Una vez analizados todos esos parámetros, estos son los mejores protectores solares del mercado, según la OCU

Todas las cremas analizadas ofrecen una buena protección solar, aunque una de las principales conclusiones que arroja el análisis de la OCU es que el impacto ambiental sigue siendo una asignatura pendiente para los productos de protección solar.

«El punto más crítico en este análisis viene del impacto ambiental de estos productos», sentencia la organización, que explica los distintos criterios que tienen un amplio margen de mejora:

-El embalaje. «Estos productos deben tener un diseño ligero, que aproveche el contenido al máximo y se pueda separar y reciclar fácilmente: no encontramos demasiados problemas en este aspecto», señala.

-La composición. «Los componentes de estas cremas deberían tender a ser lo más respetuosos que sea posible con el entorno, pero lo cierto es que los protectores solares tienen un innegable impacto ambiental», zanja la OCU.

Por otra parte, la organización señala que algunas cremas y lociones utilizan productos que «son legales, pero no hay garantías de su inocuidad, como sucede con algunos conservantes, como el el propyl paraben, o algunas fragancias que pueden ser potenciales alérgenos». Esto ocurre, por ejemplo, en la loción Hawaiian Tropic, Satin Protection.

Por último, existe una diferencia de hasta 10 euros entre productos que presentan características similares. Por lo general, algunas cremas solares pueden adquirirse por menos de 2 euros/100 mililitros. Hay que tener en cuenta también que, aunque son más prácticos, los espráis suelen ser más caros.