La viruela del mono es una enfermedad declarada ya por la Organización Mundial de la Salud como de emergencia sanitaria internacional. En España ya son dos los fallecidos por esta causa. Su rápida expansión está coincidiendo con la proliferación de mensajes en redes sociales en los que se habla de diferentes situaciones de riesgo de contagio. Pero no todas se corresponden con la realidad. La última y más difundida ha sido el mensaje de un médico que, a través de su cuenta de Twitter, compartió la imagen de un supuesto pasajero contagiado de viruela del mono en el metro de Madrid.
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Arturo M Henriques B, autor de la citada publicación en Twitter, denunció haber sido testigo de la exposición de un contagiado de viruela del mono en el momento álgido de la enfermedad. El doctor ha explicado que, cuando descubrió que estaba contagiado, se acercó «prudencialmente al señor» para preguntarle si era consciente de lo que le sucedía, a lo que este respondió en tono afirmativo. Luego, le contó que su doctora le había dicho que no había ningún problema, que solo debía llevar la mascarilla. Entonces, el autor de la publicación ha hecho público que le informó de que, en realidad, el contagio se podía producir por todo su cuerpo, con las zonas en las que estaba extendida la enfermedad, lo que no fue, según él, del agrado del supuesto enfermo.
Entonces, se dirigió a la mujer que se había sentado al lado del hombre infectado con viruela del mono en el metro de Madrid, preguntándole si no le importaba enfermarse, a lo que ella respondió tajante: «No soy gay», argumentando que solo era el citado colectivo el que «se tenía que cuidar».
La publicación tardó pocas horas en convertirse en viral en redes sociales, lo que propició la participación de este médico en varios programas de televisión en los que volvió a contar la misma experiencia que resumía en sus mensajes.
«Llegué a mi destino y dejé de luchar», concluía el relato del médico que, según cuenta, fue incapaz de hacer entender la gravedad de la situación al infectado por viruela del mono. Además, ha lanzado la pregunta a los usuarios de Twitter de a «¿cuántas personas pudo infectar?».
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El médico aseguraba hace unos días en 'Espejo Público' que «esa es la batalla que tenemos que hacer, informar a las personas» en referencia a la importancia del aviso que había lanzado. Sin embargo, en ese mismo programa, tuvo la oportunidad de intervenir el supuesto afectado (el hombre que aparece en la fotografía). En su versión son muchos los detalles que varían con respecto a la historia del profesional sanitario.
El supuesto contagiado aseguraba que la instantánea, en la que además se le reconoce fácilmente por el visible tatuaje en su pierna izquierda, no se corresponde con la primera hora de la mañana, sino con las cuatro de la tarde, hora a la que vuelve del trabajo. Asegura que se vio sorprendido por la publicación y afirma tajantemente que no llegó a mantener la citada conversación con el médico y que él no padece viruela del mono, sino que sufre «neurofibromatosis, una enfermedad rara», debido a la cual le aparecen estos eccemas en la piel.
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Por el momento, la cuenta a través de la cual se difundieron los mensajes es ahora privada, por lo que no se puede acceder ya a la publicación que se hizo viral. En el programa de televisión avalaron la versión con el expediente médico del afectado en el que se confirma que padece esta enfermedad y no viruela del mono. Cabe destacar que, pese a lo llamativo de sus síntomas, la neurofibromatosis no es contagiosa.
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