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Susana Zamora
Martes, 20 de febrero 2018, 00:50
Incrédula, abrumada, desconcertada, fascinada, obnubilada, «todavía emocionada», «todavía en un sueño». A Marta Sánchez se le ha quedado pequeño el catálogo de adjetivos para expresar cómo se siente 48 horas después de que el pasado sábado levantase al público del Teatro de la Zarzuela de Madrid ... , que asistía al recital que ofrecía para conmemorar sus 30 años de carrera musical.
Será recordado por eso, pero también por su actuación final, cuando a pocos minutos de bajar el telón, la cantante salió al escenario con un traje asimétrico de color rojo y, acompañada solo por un piano y unas luces tenues de color amarillo, empezó a entonar el himno de España. A las primeras notas sobre las tablas, siguió el murmullo en el patio de butacas. Escuchaban bien. Marta Sánchez había compuesto una letra para la ‘Marcha granadera’, también conocida como la ‘Marcha real española’: ‘Vuelvo a casa, a mi amada tierra la que vio nacer mi corazón aquí. Hoy te canto para decirte cuánto orgullo hay en mí. Por eso resistí. Crece mi amor cada vez que me voy, pero no olvides que sin ti no sé vivir. Rojo, amarillo, colores que brillan en mi corazón y no pido perdón», reza la letra. Unos la tachan de oportunista, otros de un acierto, dado que esta marcha es uno de los cuatro himnos nacionales del mundo que no tiene letra oficial y que en España logró el consenso en 1770 con Carlos III cuando empezó a utilizar esta composición en los actos solemnes y se convirtió finalmente en el himno de España.
Con el público en pie y sin dejar de aplaudir, la artista cerró el espectáculo, cuyo aforo había vendido hacía meses. Nunca imaginó la repercusión que tendría su versión con letra del himno nacional. Es la comidilla en la calle, pero también entre los políticos. Mientras que en las filas del PP y Ciudadanos el aplauso es generalizado, en las filas de izquierdas se lo toman con más excepticismo, aunque reconocen la creatividad artística de la cantante. «Estoy intentando digerir todas las reacciones que se han sucedido en estos dos días; creo que solo el domingo recibí más de 400 whatsapp», asegura a este periódico Sánchez, que confiesa que si su versión acaba siendo la letra oficial del himno de España, «me voy a la tumba tranquila». «Es muy difícil que eso ocurra, pero si sucediese, me haría muy feliz tener ese honor», apunta Sánchez, que quiere despejar cualquier sombra de dudas sobre lo que le ha llevado a escribir esta letra: «Es una carta de amor a mi tierra y a todos aquellos que piensan que quiero aprovecharme quiero decirles que no voy a ganar ni un solo euro con esta composición», advierte.
Vuelvo a casa, a mi amada tierra, la que vio nacer un corazón aquí.
Hoy te canto, para decirte cuánto orgullo hay en mí, por eso resistí.
Crece mi amor cada vez que me voy,
pero no olvides que sin ti no se vivir.
Rojo, amarillo, colores que brillan en mi corazón y no pido perdón.
Grande España, a Dios le doy las gracias por nacer aquí, honrarte hasta el fin.
Como tu hija llevaré ese honor,
llenar cada rincón con tus rayos de sol. Y si algún día no puedo volver, guárdame
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