Teletrabajar con niños sin morir en el intento

Si estás pasando por esta situación o, esperemos que no sea así pero, te toca en breve, vamos a intentar compartir algunos consejos que te puedan ser de utilidad.

La mejor manera de evitar interrupciones es trabajar cuando ellos duermen, para esto lo ideal es que te levantes antes de que lo hagan o, si te encuentras con fuerza, te quedes trabajando después de que se acuesten. Es probable que una hora a «solas» te cunda mucho más que toda la mañana con tus hijos alrededor.

Por supuesto, esto solo es aplicable a los que no tienen que cumplir un horario concreto y, a los que no tienen auténticos «gallos» por hijo que están ya en danza antes de que se pongan las calles.

Debes organizarte como lo harías si acudieras a tu oficina, no pienses que por estar en casa puedes dejar la comida para última hora porque te comerá mucho tiempo. Si sueles hacer «batchcooking» el fin de semana adelante, si por el contrario eres de los que cocinas la noche anterior, también es una buena alternativa y si en tu caso, normalmente no coméis en casa, lo ideal es que intentes dejar medio listo con anterioridad varios platos para que te faciliten el día a día.

Siguiendo la línea de lo anterior, al estar todos en casa las tareas se multiplican. Los niños no se quedan a comer en el colegio y se ensucia y se desordena bastante más la casa. Repartir entre todos las diferentes tareas que habrá que hacer, ayudará a que no se pierda tanto tiempo y a ellos les vendrá muy bien para ganar autonomía.

Es probable que no se salga de casa y no digo que haya que ponerse unos zapatos de tacón o camisa y corbata, pero ducharse y vestirse al salir de la cama es la mejor opción. Esto es importante por varios motivos: en primer lugar, para activarse, se estará más despierto y cundirá más el día; en segundo, porque para no partir luego la mañana al tener que hacerlo y finalmente porque, si se tiene que salir a la calle por algo, ya se estará listo.

La mejor manera de no estar levantándose cada cinco minutos es, si tienes a los niños a golpe de vista. Cualquier grito, pelea, golpe o ruido que pudieran hacer que tuvieras que saltar de la silla para ver que pasa, se soluciona de esta manera, simplemente levantando la vista.

Además de para tu tranquilidad, con esta solución ellos estarán más seguros y se portarán mejor porque sienten que están acompañados y «vigilados».

Otra cosa importante a tener en cuenta es que los pequeños puedan coger solos lo que necesiten. Es decir, si no quieres pasarte el día dando paseos a la cocina, déjales un vaso a mano y unas galletas o algo de fruta preparada para picotear, para no tener que levantarte cada vez que tienen sed o hambre. Eso sí, en su justa medida, tampoco se trata de que se pasen la mañana comiendo.

Salvo que los pequeños tengan clase online y que tu tengas que conectarte a alguna reunión, no hay ninguna prisa. Pueden ser unos días perfectos para tratar de tomaros las cosas con calma, aunque siguiendo unos horarios. Tener un rato de descanso a media mañana, un periodo para ver la televisión o unos momentos por la tarde de juego en familia hará que seáis más productivos, pero también que disfrutéis de las ventajas de esta situación, que también las tiene.

Y finalmente pero no menos importante, si no los tienes definidos por tu trabajo, márcate unos objetivos diarios para cumplir. Estás teletrabajando y debes ser responsable con ello. Está claro que no es la situación ideal para nadie, pero desde luego es la «menos mala» y demostrar que aun así las cosas siguen saliendo, es importante para futuras ocasiones.

En definitiva, si es tu caso y te toca teletrabajar desde casa con niños, ármate de paciencia, prepárate para no descansar mucho e intenta enfocarte en las ventajas que tiene, que también las hay.